Prueba Seat Ibiza 1.0 TGI: cinco razones para pasarte al GNC
Tras probar el Seat Ibiza 1.0 TGI, te damos cinco razones por las que deberías considerar el Gas Natural Comprimido GNC como una opción de compra. Y no es sólo una cuestión de consumo.
Seat apuesta por el Gas Natural Comprimido GNC, y el nuevo Seat Ibiza TGI es la mejor confirmación de ello. La marca española tiene tres vehículos que pueden funcionar con este combustible, el Seat Mii Ecofuel de 68 CV, el Seat León TGI con 110 CV y el nuevo Seat Ibiza TGI que acaba de ponerse a la venta. Y a finales de año se añadirá a la gama el SUV Seat Arona 1.0 TGI, con el mismo motor del Ibiza.
Una jornada de pruebas con el Seat Ibiza 1.0 TGI incluyendo un repostaje para llenar sus depósitos de GNC, y algunos datos interesantes como la comparación del coste por kilómetro del Gas Natural frente a la gasolina o el diésel, así como la irresistible oferta y los descuentos que realiza Seat en el lanzamiento, hacen que el Ibiza TGI sea interesante… incluso aunque no contemplases un coche de GNC a corto plazo.
Y digo lo del corto plazo porque puestos a colocar pros y contras en la balanza, el Seat Ibiza TGI tiene mucho de lo primero y muy poco de lo segundo. Entre los contras, sólo dos cosas. En primer lugar, la pérdida de capacidad de maletero para dejar paso a los depósitos de gas, pues los 355 litros se quedan en 262 (sacrificando también la rueda de repuesto), que tampoco está nada mal. La segunda, que todavía hay pocas estaciones en España en las que repostar GNC. Pero ojo, he dicho “todavía”. Piensa a más largo plazo. ¿Por qué no llevarte ahora un coche de Gas Natural, que puedes usar como un gasolina, y estar preparado para cuando en unos años tengas una estación de repostaje cerca de casa? Si eso no conlleva ningún «lastre», puede ser una opción.
Te recomiendo que sigas leyendo hasta el final. Estas son las 5 razones por las que el Seat Ibiza 1.0 TGI interesa.
Coste por km: hasta un 45% menos que un gasolina
Las siguientes cifras están calculadas en base al consumo medio según el ciclo homologado, pero son extrapolables si utilizásemos el consumo real, que aumentaría en la misma proporción en todos los casos. Y resulta que si trasladamos a euros por kilómetro el coste del combustible y el consumo en cada caso, con 3,3 kg/100 km del Ibiza TGI frente a los 4,7 l/100 km del Ibiza 1.0 TSI de gasolina, el Ibiza TGI de Gas Natural ahorra hasta un 46 por ciento frente al gasolina.
¿Y si lo comparamos con un Ibiza TDI? Pues con el precio actual del combustible y un consumo medio de 3,8 l/100 km, el ahorro para la versión de Gas Natural sigue siendo considerable frente al diésel: en torno al 30 por ciento. Más aún: el Ibiza 1.0 TGI es incluso más económico que un híbrido equivalente. Si lo comparamos con el Toyota Yaris híbrido, que homologa un consumo de 3,3 l/100 km, recorrer 100 kilómetros costaría 4,1 euros. El Ibiza TGI con su consumo de 3,3 kg de GNC, y al precio actual de 0,97 euros el litro, tiene un coste en combustible de 3,2 euros para recorrer 100 km.
Con Gas Natural Comprimido: autonomía ampliada
Otra forma de verlo: llenar los dos depósitos de gas del Seat Ibiza TGI cuesta unos 12,7 euros. Veamos los kilómetros que podemos recorrer con ese dinero según el tipo de combustible:
¿Cuántos kilómetros recorro con 12,7 euros?
Ibiza TGI: 394 km
Ibiza TSI: 214 km
Ibiza TDI: 271 km
Rival híbrido: 305 km
Rival con GLP: 327 km
Como se puede ver, la ventaja en coste por kilómetro es favorable al GNC en todos los casos. Y como en los dos depósitos de GNC situados bajo el piso del maletero del Ibiza TGI caben unos 13 litros, y se conserva el depósito de gasolina de 40 litros, resulta que a la autonomía normal del Ibiza TSI de gasolina puedes sumar casi 400 km adicionales sin tener que parar a repostar. En total, casi 1.200 km.
Esto puede no parecer una ventaja relevante, pero ahí está. Si no puedes repostar GNC siempre podrás usar el coche con gasolina como un Ibiza TSI normal.
Conducción, utilización y mantenimiento del Ibiza TGI
Más cosas. La primera, si te encaja un Ibiza con el fantástico motor 1.0 de tres cilindros de gasolina, entonces te encaja la versión TGI. Cierto que entre los 117 kg más de peso, y que el motor “pierde” 5 CV, las prestaciones se resienten un poco. Pero sólo un poco: unos 2 km/h en velocidad punta, y un segundo en aceleración. Seat anuncia para esta versión una potencia de 90 CV entre 4.500 y 5.800 rpm, con un par máximo de 160 Nm. La velocidad máxima es de 180 km/h, y la aceleración corta se cubre en 12,1 segundos.
En la práctica, el Seat Ibiza TGI se conduce y se siente al volante prácticamente igual que un coche de gasolina. De hecho, el coche siempre funciona en modo Gas Natural, salvo que se acaben los depósitos de GNC, o al arrancar en frío con temperaturas muy bajas. El paso al modo gasolina en estos casos es automático, y el conductor no nota absolutamente nada. ¡Ah! Y el repostaje se realiza prácticamente igual que en un gasolina o en un diésel, como puedes ver en el video.
No es que el Ibiza TGI sea un “rayo”, y con sólo 5 marchas y unos desarrollos de transmisión muy largos podría parecer que faltan empuje o caballos. Sólo es cuestión de manejar bien el cambio si quieres recuperar velocidad con cierta rapidez, el pequeño motor da mucho de sí. En marchas cortas para moverse por ciudad es ágil y responde de maravilla, y en autopista permite cruceros muy desahogados con el motor girando muy bajo de vueltas.
Dinámicamente, el peso adicional tampoco pasa factura al volante cuando pasas por baches, al frenar o a la hora de abordar curvas. El chasis del Ibiza es muy bueno, y los técnicos de la marca apenas han tenido que ajustar los muelles traseros al nuevo reparto de pesos.
Por último, y si el mantenimiento es algo que pudiera preocuparte, sólo hay una diferencia entre el Ibiza TGI y el TSI: el segundo puede llegar hasta los 30.000 km entre cambios de aceite utilizando el mantenimiento programado, mientras que en el TGI tendrás que hacerlo cada 15.000 km. Más allá de eso, en los dos tendrás que pasar mínimo una revisión anual –aunque no llegues a esos 3.000 km– con un precio prácticamente equivalente. Eso sí, cada 4 años tendrás que pasar una inspección visual de los depósitos en un taller especializado.
Seat Ibiza TGI: con etiqueta ECO
Seguimos sumando ventajas, y aquí entramos en todas las derivadas de la etiqueta ECO. Aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre el distintivo ecológico de la DGT, pero así, de primeras, te diré que una importante es la de poder entrar en las ciudades en episodios de alta contaminación cuando se activan restricciones al tráfico.
Añade a esto las ayudas generales que se aplican a los coches con etiqueta ECO (bonificación en el Impuesto de Circulación, exención del pago del Impuesto de matriculación), o los ahorros en zonas de aparcamiento regulado o en peajes en algunas ciudades, y ya tienes otro argumento de compra. Van cuatro.
Precio del Ibiza TGI: ¡aprovecha los descuentos!
Seguro que ya te estás preguntando cuál es el precio adicional a pagar por contar con la tecnología TGI. Pues en condiciones normales, unos 2.000 euros aproximadamente. Una diferencia que se compensaba de sobra cuando existían fondos en el Plan Movalt de ayudas a la compra de coches ecológicos.
Pero como estas ayudas para los coches de GNC se acabaron en apenas un día, y la apuesta de Seat por el Gas Natural es firme y decidida, la marca ofrece durante dos meses un descuento equivalente al necesario para igualar cualquiera de las versiones del Seat Ibiza TGI a la variante TSI de gasolina. Esto supone unos 2.000 euros de rebaja, por lo que los 17.410 euros de precio de tarifa se quedan en 15.410 euros… ¡que pueden ser 10.650 euros si sumas todos los descuentos adicionales que están en vigor para la gama Ibiza! Recuerda que el TGI se puede pedir con cualquier versión de acabado, incluido el FR.
Para poder llevarte todos los descuentos hay que financiar la compra con la financiera de la marca. Y eso conlleva un beneficio más que se traduce en ahorro para el bolsillo: el Ibiza TGI añade entonces 5 años de garantía, 5 años de asistencia en carretera, 5 años de mantenimiento y el seguro a todo riesgo el primer año.
Además, como los depósitos de GNC se entregan llenos –esto no es cortesía de la marca, es así porque han de comprobar la estanqueidad al salir de la cadena de montaje– y existe un acuerdo con Gas Natural Fenosa por el que puedes llevarte una tarjeta de combustible con 200 euros, se puede decir que los primeros 5.000 km recorridos con el Seat Ibiza TGI te saldrían gratis.
No hemos hablado de seguridad, pero es que tampoco hace mucha falta. El Seat Ibiza TGI no es un coche adaptado para funcionar con gas natural comprimido. Se fabrica en la misma línea de montaje que el resto de los Seat Ibiza con motor gasolina o diésel, y pasa los mismos test de seguridad y pruebas de choque. Y como combustible, el GNC es tan seguro o más que la gasolina.
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