Prueba Mazda 6 Wagon 2.2 Skyactive-D: largo recorrido
El Mazda 6 Wagon es una de las mejores alternativas a las berlinas familiares de las marcas premium, especialmente en su versión 2.2 diésel más potente con cambio automático y acabado Zenith.
El Mazda 6 se lanzó al mercado en 2018, con profundos cambios sobre la generación presentada en 2016. Lo que normalmente se llama un “restyling”, aunque en el caso del Mazda fue mucho más que un simple lavado de cara. La gama incluye dos versiones de carrocería, el Wagon que protagoniza esta prueba, y la elegante berlina de tres volúmenes.
Entre los coches de marcas generalistas con los que compite, el Mazda 6 tiene rivales de la entidad del Volswagen Passat, el Ford Mondeo, el Opel Insignia o el Renault Talisman, todos ellos disponibles igualmente en versiones de carrocería berlina y familiar. Y frente a ellos, el modelo japonés destaca por su relación valor/precio: cuesta menos que la mayoría de sus rivales, y ofrece lo mismo o más, desde un punto de vista práctico y dinámico.
Esta última cualidad cobra más peso aún si nos planteamos un Mazda 6 como alternativa a un Audi A4, a un BMW Serie 3 o a un Mercedes Clase C. Y es que, quizás con el nuevo Passat y sin olvidarnos del Insignia, el Mazda 6 es de esos coches que combinan lo mejor de los generalistas, pero con un toque “premium” por su presentación y su calidad de acabado.
En el caso particular del Mazda 6 Wagon, otro punto a su favor es que, a diferencia de lo que suele ser habitual en la categoría, no hay que realizar un desembolso extra por la carrocería familiar. A igualdad de motor y equipamiento, el Mazda 6 berlina y el Wagon tienen el mismo precio, cuando lo normal es que el familiar suponga un desembolso adicional que suele oscilar entre los 1.500 y los 2.000 euros.
El motor 2.2 Skyactive-D de 184 CV
Uno de los responsables de que el Mazda 6 Wagon sea un coche muy adecuado para viajes de largo recorrido es su motor 2.2 Skyactive-D. Existen dos versiones de potencia, con 150 y con 184 CV, además de los dos Skyactive-G de gasolina, un 2.0 de 145 CV y un 2.5 de 194 CV.
Vaya por delante que cualquiera de ellos sería una buena opción, según para qué tipo de utilización. Pero nos quedamos con el 2.2 diésel de 184 CV, combinado con el cambio automático. El Mazda6 Wagon es un coche “de categoría”, y así se siente, especialmente con este motor, que empuja mucho y bien.
Los Skyactive-D destacan por su alta cilindrada, 2,2 litros, cuando en este rango de potencia la mayoría de sus rivales utiliza motores de 2 litros. También por su
turbocompresor de dos etapas, con la turbina más grande de geometría variable.
Con el cambio de modelo del año pasado, la actualización técnica para cumplir con la normativa de emisiones que entró en vigor en septiembre de 2018 también llegó el sistema SCR para reducir los óxidos de nitrógeno, que hace necesario la utilización de aditivo Adblue.
Al volante, el funcionamiento del motor 2.2 de 184 CV y del cambio automático de siete velocidades es brillante. El doble turbo tiene mucho que ver en el hecho de que empuje con solvencia desde bajas revoluciones. Y lo hace hasta regímenes de giro superiores a lo habitual en esta categoría, donde el motor referencia sigue siendo, a nuestro juicio, el 2.0 de BMW.
En cualquier caso, el Mazda 6 2.2 diésel de 184 CV resulta muy agradable de conducir. No suena, no tiene vibraciones molestas y es tan suave –como lo es el coche en general– que, a veces, incluso puede incluso dar la sensación de que tiene menos potencia de la que anuncia. Pero las cifras están ahí: casi 220 km/h de punta, y rozando los 9 segundos en la aceleración de 0 a 100 km/h.
Viajar con tu ritmo de crucero preferido, recuperarlo si hay que frenar por cualquier motivo o afrontar un puerto de montaña o un adelantamiento es coser y cantar para este Mazda. En cuanto al consumo, ojo porque homologa 4,8 l/100 km, pero en ciclo NEDC. No gasta mucho para su nivel de prestaciones, pero si quieres un dato realista, quédate con una media en torno a 7,5 l/100 km, combinando todo tipo de uso.
También acompaña el chasis. Como ya hemos mencionado, todo en este Mazda6 es suave y está orientado a proporcionar el mayor confort posible. Pero no deja de lado la eficacia.
Mazda realizó cambios a este respecto en las suspensiones, con amortiguadores de diferente tarado, refuerzos en la carrocería, anclajes de la suspensión al subchasis y mucho más material aislante. El resultado es un coche que transmite calidad en la pisada, con una dirección precisa, un comportamiento dinámico más ágil del que podrías esperar de su tamaño, y un confort de marcha sobresaliente.
El habitáculo del Mazda6 Wagon: espacio y clase
Al acceder al habitáculo del Mazda6 Wagon se repite esa sensación que encontramos cada vez que probamos un coche de la marca japonesa: calidad sin estridencias, ni en los materiales ni en el diseño, por encima de la media de los coches de su precio.
En esta edición incluso se ha mejorado respecto a su antecesor. Toques donde toques, todo rezuma buen gusto y la sensación al tacto confirma la impresión a la vista. También lo hacen los distintos mandos. En general, todo resulta muy limpio a la vista, y ergonómico a la hora de conducir.
En su reedición, Mazda aprovechó para incluir en esta serie algunas funcionalidades como la compatibilidad del sistema multimedia con Apple Car Play y Android Auto. La pantalla creció hasta las 8 pulgadas, que puede hasta parecer poco para lo que empezamos a ver incluso en coches más pequeños. Pero va en una posición flotante elevada que hace que se pueda consultar fácilmente.
Y, sobre todo, se agradece que Mazda siga apostando por un mando central de control tras la palanca de cambios desde el que puedes gestionar todo sin tener que tocar la pantalla, algo que, por otra parte, solo puedes hacer con el coche parado.
Aquí no tenemos instrumentación digital, cada vez más de moda. A cambio, los relojes analógicos y la pantalla que se ubica entre ellos proporcionan la información necesaria de forma clara y precisa. Y el Head-up display, que forma parte del equipamiento de serie, es de los “buenos”, de los que proyectan una gran cantidad de información sobre el parabrisas –no sobre un plástico– con gráficos de buena resolución.
Los asientos me han parecido muy cómodos por mullido y diseño, y sujetan bien el cuerpo. Ideales para, junto al magnífico funcionamiento del nuevo control de crucero adaptativo por radar con función stop&Go, afrontar largas tiradas sin que aparezca la fatiga, o sin tener que recolocarse cada dos por tres.
En cuanto a la habitabilidad del Mazda 6 Wagon, estamos ante un coche quizás no tan amplio como te esperas cuando ves su tamaño, pero en el que no falta espacio, situándose en un término medio frente a sus principales rivales. Lo mismo se puede decir del maletero, que ofrece 522 litros de capacidad, formas regulares y un buen acceso. En comparación, la berlina, con 480 litros, sale mucho peor parada que el Wagon frente a su competencia en este apartado.
Precio del Mazda6 Wagon
Como ya hemos comentado, el Mazda6 Wagon se ofrece con los mismos motores y acabados que el Mazda6 sedán… y al mismo precio.
Si nos atenemos al configurador de la marca, la versión que hemos probado, con el motor diésel más potente y acabado Zenith, tiene un precio de 41.375 euros con tracción delantera. También se ofrece con tracción a las cuatro ruedas, con un sobreprecio de unos 2.600 euros. Piénsalo bien, aumenta el consumo y no vas a conseguir mejores resultados para circular por carreteras de montaña que con unos buenos neumáticos all season, tipo Michelin CrossClimate.
A este precio hay que descontar en torno a 3.900 euros, que es la oferta promocional que vas a encontrar en vigor. Hablamos de unos 37.000 euros para una berlina familiar con todo el equipamiento de lujo, confort y seguridad que puedas imaginar, no tendrás que preocuparte por la lista de opciones salvo para elegir el color de la carrocería.
¿Consideraciones? Hay dos versiones de equipamiento inferiores al Zenith, los Evolution y Evolution Tech. Pero no se combinan con el motor diésel más potente. Si eliges menos equipamiento y menos potencia, tienes un Mazda6 Wagon turbodiésel con 150 CV desde menos de 29.000 euros con descuentos (2.000 euros más con cambio automático), un precio muy competitivo.
Y si no quieres diésel, ojo al 2.5 Skyactive de gasolina con 194 CV. Tecnológicamente es una joya, funciona muy suave y empuja bien a pesar de ser atmosférico. Y a igualdad de equipamiento cuesta prácticamente lo mismo que el diésel de 184 CV. Eso sí, con un consumo en torno a 2 l/100 km (como poco) superior, te tocará pasar más a menudo por el surtidor.
Galería de imágenes Mazda 6 Wagon
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