Prueba del Hyundai Kona EV: ¿Es el mejor eléctrico del mercado?
Hemos hecho una prueba a fondo del Hyundai Kona EV, el nuevo eléctrico coreano que promete una autonomía de más de 450 kilómetros
La era eléctrica ha llegado, y lo ha hecho con fuerza. Ya no estamos ante laboratorios con ruedas, sino que los vehículos eléctricos han avanzado a pasos agigantados y ya son opciones más que razonables en todos los sentidos y con autonomías que permiten hacer nuestra vida diaria sin complicarnos la existencia.
El Hyundai Kona EV llegó en 2018 para demostrar que tener un eléctrico ya es posible. Su carta de presentación es, cuanto menos, atractiva: buena habitabilidad, diseño diferente, un propulsor eléctrico de hasta 204 caballos y una autonomía superior a 450 kilómetros.
Nosotros ya hemos puesto a prueba el Hyundai Kona EV, un coche que nos ha parecido muy razonable en muchos aspectos. Tiene un buen comportamiento y es perfectamente utilizable en prácticamente todas las situaciones.
Sin embargo, lo que menos nos ha gustado no es su culpa, y es que la infraestructura eléctrica en nuestro país todavía tiene que desarrollarse en gran medida para que tener un eléctrico no sea complicarse la vida.
Una imagen similar al del resto de la gama Kona
El Hyundai Kona EV comparte diseño con el resto de la gama Kona, sin embargo, es cierto que encontramos algunos cambios respecto a la variante convencional. A primera vista, donde es más sencillo reconocer a la variante eléctrica es en la parte frontal, y es que todo el morro está carenado para ofrecer una mejor eficiencia aerodinámica.
Además, la generosa parrilla de los modelos con motor térmico ha desaparecido para albergar una calandra cerrada en la que Hyundai ha instalado la entrada del punto de carga de tipo CCS. Si seguimos buscando diferencias, podemos ver que las llantas de 17 pulgadas también tienen un diseño específico, y es que han sido especialmente pensadas para reducir su resistencia al aire.
La parte trasera también se diferencia del resto de versiones con un paragolpes con varias nervaduras en la parte más baja y, sobre todo, por la ausencia de la salida de escape. Para delatarlo del todo, la leyenda “electric” está colocada en la parte derecha del portón trasero.
Un habitáculo sobrio enfocado al confort de marcha
En su interior, podemos encontrar a primera vista un diseño muy similar al del resto de versiones. Sin embargo, lo que sí ha cambiado completamente es la consola central, y es que esta tiene una nueva configuración, por lo que la disposición vertical de las versiones estándar ha cambiado por una consola corrida que conecta directamente con la guantera que va colocada entre los asientos.
En este ancho túnel que divide el espacio de las plazas delanteras podemos apreciar la ausencia de una palanca de cambios convencional, y es que se han sustituido por cuatro botones (P,N,R y D). Aquí tenemos los mandos para cambiar los modos de conducción o elementos de confort como el volante y los asientos calefactados. Además, esta configuración permite que en la parte baja quede un amplísimo hueco para vaciarnos todos los bolsillos.
Todos los materiales del habitáculo tienen una buena presencia y sus ajustes son sobresalientes, algo en lo que Hyundai ha pasado por la derecha a una gran cantidad de marcas del mercado. Además, nuestra unidad de pruebas contaba con la tapicería de cuero negro, un elemento que viene de serie en el nivel de equipamiento Style.
Las plazas traseras tienen espacio suficiente como para que dos personas vayan cómodas y su maletero ha conseguido un imposible, el de no perder espacio respecto a las versiones convencionales. Por lo tanto, el maletero del Hyundai Kona EV cuenta con 332 litros de capacidad.
204 CV más que suficientes
El Hyundai Kona EV llegó al mercado con dos trenes motrices eléctricos disponibles: 100 kW o 136 CV y 150 kW o 204 CV. En el primer caso, el paquete de baterías es de 39,2 kWh, mientras que en la variante más potente tenemos una de 64 kWh.
Nosotros nos hemos puesto al volante del Hyundai Kona EV en la variante más prestacional, es decir, con el motor de 150 kW y el pack de baterías de 64 kWh. Con esta combinación, el Hyundai Kona EV tiene un peso en vacío de 1.729 kilos y consigue una autonomía de nada menos que 456 kilómetros, es decir, de los mejores del mercado en este aspecto.
Con este motor, tenemos una respuesta instantánea bajo el pie derecho, y es que sus 395 Nm de par máximo pueden ser incluso demasiado en algunos momentos. Si le pisamos a fondo, podemos escuchar como los neumáticos Nexen sufren para administrar el par y patinan hasta que alcanzamos 60 km/h, algo que da poca seguridad y que nos hace pensar qué pasaría si hacemos esta prueba con el piso resbaladizo.
Las prestaciones con este propulsor son bastante buenas, y es que el Hyundai Kona EV acelera de 0 a 100 km/h en 7,34 segundos y alcanza una velocidad máxima de 167 km/h. Además, las recuperaciones también son excelentes, por lo que podemos afrontar un adelantamiento con totales garantías.
Pese a que en general las prestaciones son buenas, nos viene a la cabeza el hecho de que a Hyundai se le ocurriera combinar la batería de 64 kWh con el motor de 100 kW. Los 136 caballos de este motor ya son más que suficientes para mover al Hyundai Kona EV y la autonomía aumentaría todavía más al estar las baterías asociadas a un motor menos potente.
El Hyundai Kona EV tiene un buen comportamiento, aunque algo artificial
El comportamiento del Hyundai Kona EV nos ha gustado mucho, y es que una vez que nos acostumbramos a él, puede llegar incluso a ser divertido. Para conducir un coche eléctrico debemos hacer un replanteamiento en nuestra cabeza, y es que la filosofía y las reacciones son bastante diferentes.
Concretamente en el Hyundai Kona EV, la potencia es instantánea y muy lineal, por lo que da la sensación de que nunca deja de tener fuerza. Por ello, debemos tener un mayor tacto a la hora de gestionar el acelerador, puesto que la potente entrega de fuerza en el tren delantero hace que el coche “morree” demasiado si nos pasamos con el acelerador en la salida de una curva.
Sus baterías están colocados a lo largo de los bajos del coche, por lo que el Hyundai Kona EV cuenta con un centro de gravedad bajo, algo que le permite tener una muy buena estabilidad. Sin embargo, una de las particularidades de los coches eléctricos y que ya notamos en nuestra prueba del Mercedes-Benz EQC es que dan muy poca información al conductor.
El Hyundai Kona EV corre mucho y su carrocería apenas inclina, por lo que darse cuenta de los límites dinámicos del coche pasa a ser responsabilidad de los neumáticos. Por lo tanto, sólo en el momento en el que oímos que estos chillan sabemos que nos hemos pasado. Además, colabora en esta sensación una suspensión demasiado rígida que nos obliga a aumentar las precauciones en caso de encontrarnos con un badén o similar para evitar que nos salten los empastes.
Un sistema regenerativo completamente modulable
Tras el volante tenemos unas levas, pero estas no son como a las que nos tienen acostumbrados los coches automáticos. En el Hyundai Kona EV sirven para administrar la regeneración de sus baterías, algo que nosotros sentimos como la intensidad del freno motor. Tenemos hasta tres niveles de regeneración: pulsando la leva izquierda podemos bajarlos hasta desconectar el sistema completamente y con la derecha hacemos lo contrario.
Una vez que nos habituamos a esto, la conducción del Hyundai Kona EV se puede convertir en una tarea divertida, puesto que podemos ir administrando la regeneración mediante las levas en función de las necesidades de cada momento. Por ejemplo, en autopista es muy recomendable desconectar el sistema para que el coche se mueva por inercia y así no gastar batería. Por el contrario, en carreteras donde tengamos que frenar frecuentemente, es interesante poner el sistema de regeneración al nivel 3, por lo que podremos practicar la conducción con un solo pedal.
3+1 modos de conducción
La versión eléctrica del Hyundai Kona cuenta con tres modos de conducción visibles y uno oculto: Comfort, Sport, Eco y Eco+:
- El modo Comfort es el predeterminado para la mayoría de ocasiones, por lo que se equilibra la respuesta del motor con la eficiencia energética y el sistema de frenado regenerativo se configura automáticamente al 1.
- En el modo Sport, la respuesta del motor es más agresiva, la suspensión se endurece y la dirección gana dureza y precisión. En este caso, el frenado regenerativo sigue configurado en el primer nivel.
- El modo Eco ha sido pensado para optimizar la autonomía, por lo que el sistema de climatización se pone en modo Eco y el frenado regenerativo aumenta automáticamente al nivel 2.
- El programa ECO+ está pensado para aquellos momentos en los que vayamos apurados de autonomía, por lo que desactiva el sistema de climatización y no permite pasar de 90 km/h, estando el freno regenerativo en el nivel 2. Este se activa manteniendo unos segundos el botón de los programas de conducción.
Autonomía y recarga del Hyundai Kona EV
Una de las características más interesantes del Hyundai Kona EV es que sus baterías están compuestas de iones de litio con electrolito sólido, lo que quiere decir que con cargar el coche al 80%, ya tendrás casi 400 de los 456 kilómetros de autonomía que declara según el ciclo WLTP.
Podemos decir que la autonomía es bastante real, y es que dependiendo del uso que le demos podemos incluso prolongarla más, y es que es difícil ver bajar los kilómetros cuando el uso es en ciudad. Al contrario de lo que pasa en los coches con motores térmicos, donde más consume el eléctrico coreano es en autopista.
En cuanto a los tiempos de recarga del Hyundai Kona EV, depende de la potencia de la fuente de alimentación a la que lo conectemos: en caso de hacerlo a una toma doméstica, en la que carga con una potencia de 2,1 kW, tarda 8 horas por cada 100 kilómetros de autonomía.
Por lo tanto, es casi obligado para el usuario instalar un Wallbox en su casa, que normalmente suele ser o bien de 3 kW o de 7 kW. En el primer caso, las baterías pueden cargarse al máximo en 9 horas y, en el segundo, en 4.
Además el Hyundai Kona EV cuenta con el conector CCS necesario para enchufarse a puntos de carga súper rápida, por lo que tarda media hora en recargarse hasta el 80%. Sin embargo, no es demasiado recomendable abusar de estas, puesto que la vida útil de las baterías puede menguar.
¿Cuánto cuesta el Hyundai Kona EV?
La unidad de pruebas que hemos tenido contaba con el nivel de equipamiento Style. Este es el más alto de la gama, aunque por encima está el Style 2C, que cuenta con el mismo equipamiento pero con la particularidad de poder pintar la carrocería en dos tonos pagando 450 euros más.
El precio del Hyundai Kona EV Style parte de unos intimidantes 46.300 euros. Es un precio elevado, aunque tenemos que tener en cuenta que el equipamiento de serie es ya muy completo, por lo que contamos con elementos como los faros Full Led, cargador de móvil inalámbrico, sistema de infoentretenimiento con pantalla táctil de 7,2 pulgadas, sistema de sonido Krell con 8 altavoces, cámara de aparcamiento o Head Up Display.
Conclusión
Los eléctricos ya han llegado y el Hyundai Kona EV es la clara prueba de ello, y es que la marca coreana ha conseguido sacar al mercado uno de los vehículos eléctricos más redondos del mercado.
Sin embargo, lo que parece que todavía no está preparado son las infrestructuras españolas, y es que muchas veces se convierte en algo frustrante el momento de ir a cargar el coche fuera de casa.
En nuestro caso, hicimos varias expediciones a centros comerciales de la periferia madrileña en la que el propio sistema de navegación del Hyundai Kona EV nos indicaba la existencia de puntos de recarga. Efectivamente, estaban ahí, pero otra cosa es que funcionen, y es que concretamente en uno de estos centros comerciales, había cuatro estaciones de recarga de las cuales funcionaba sólo una y, además, estuvo ocupada durante todo el día por un Nissan Leaf como el que probamos anteriormente.
Por ello, todavía queda mucho por aprender y evolucionar si queremos que la electrificación sea realmente factible. Está claro que los fabricantes ya han puesto su granito de arena, pero ahora es el turno de las instituciones públicas fomenten el desarrollo una mejor infraestructura con iniciativas como Ionity para hacer posible eso que tanto incentivan: la movilidad eléctrica.
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