Ford Focus ST-Line de gasolina, a prueba el compacto casi perfecto
El nuevo Ford Focus ST Line llega pisando fuerte. Su diseño, calidad en sus acabados, interiores, pero sobre todo lo que transmite en su conducción lo convierten en un modelo sobresaliente.
El Ford Focus siempre ha sido uno de esos modelos que se ha conseguido posicionar de manera muy satisfactoria en el mercado y que, por lo general, ha dejado impecables sensaciones a los clientes que se han hecho con uno.
El nuevo Ford Focus viene cargado de novedades. La tecnología, el software, las ayudas a la conducción… Pero sobre todo, una nueva plataforma de cara respecto a la generación anterior, con una carrocería mucho más cosmopolita, moderna, adaptada a los tiempos que corren, dotan al modelo de un aspecto envidiable y de un diseño que le otorga una personalidad única y diferenciadora.
Nosotros hemos probado una versión muy interesante: el Ford Focus ST Line de gasolina con el nuevo motor de 125 CV y la caja de cambios automática de 8 velocidades. A continuación te lo contamos todo al respecto.
Agresivo pero irresistible
El nuevo look de esta generación del Focus viene con cambios importantes de diseño en su carrocería. Una vez más Ford da un paso adelante adentrándose en “aguas inquietas”, arriesgando para aportar algo diferente. Y la verdad, solo puedo felicitarles, creo que han conseguido exactamente lo que estaban buscando.
Cuenta con una longitud de 4,3 metros, una anchura de 1,8 metros y una altura de 1,4 metros. Dimensiones muy acertadas que multiplican su versatilidad y lo convierten en un buen aliado para desplazarse por la metrópolis, aparcar sin problemas y desplazarse con total tranquilidad. Por otro lado, pesa 1.371 kilos.
En nuestro caso, hemos podido contar con el acabado ST Line. Para esta prueba del Ford Focus ST Line de gasolina, además de añadir una llantas que le quedan especialmente bien, complementan a la carrocería con un diseño mucho más agresivo, más deportivo, que hace que te lo quieras “comer nada más verlo”.
Una de las principales características de su carrocería con el acabado ST Line que más nos ha convencido, es la parte delantera del modelo, donde los ángulos a través de su capó, en combinación con unos faros LED finos y atractivos, desembocan en una parrilla grande e imponente, que nos recuerda en todo momento que tenemos un Ford, un coche que ante todo conserva el espíritu de la marca.
Otras de las características que incluye el acabado ST Line en su exterior son los faldones más deportivos, paragolpes renovados, llantas de 17” absolutamente preciosas, cristales tintados en las plazas de atrás, alerón opcional y por supuesto, cuenta con la carrocería algo más rebajada para estar más cerca del suelo y aportar más dinamismo en la conducción.
En definitiva, el exterior de esta nueva generación de Focus es un paso adelante, un paso hacia el futuro, donde las líneas del modelo se han renovado para aportar una sensación moderna, mantener el atractivo y la esencia de la marca y por supuesto otorgar al Focus una personalidad deportiva y diferenciadora.
Un interior completo y tecnológico
En esta unidad de prueba del Ford Focus ST Line de gasolina uno se siente cómodo y espacioso en su interior. Goza de buenos acabados e incorpora todo tipo de asistentes a la conducción, en combinación con una instrumentación a caballo entre el clasicismo y lo digital, el resultado es sobresaliente.
Uno de los mejores factores a destacar es sin duda su volante, que en nuestro caso, es el que viene incluido con el acabado ST-Line. Cuenta con dirección asistida eléctrica con endurecimiento progresivo en base a la velocidad, así como un revestimiento en cuero y unas estupendas levas que acompañan el movimiento.
La posición de conducción es cómoda y otorga sensaciones sobresalientes en los desplazamientos, sin embargo, una protuberancia en su diseño en los extremos de la consola central a la altura de las rodillas, podría llegar a molestar algo a las personas más altas.
La instrumentación es una mezcla entre la clásica de toda la vida y la digital más actual. La combinación es perfecta, especialmente en lo que a información a tiempo real se refiere.
Indicador de baja presión en los neumáticos con sensor montado en la llanta, ordenador de viaje con velocidad media, consumo medio, consumo instantáneo, autonomía o el termómetro de temperatura exterior, son algunos de los aspectos que encontraremos en la parte digital de la instrumentación, todo ello controlado a través de la botonería del volante.
El salpicadero cuenta con materiales de calidad, se siente sólido y sin debilidades, conservando las líneas clásica de la marca hasta llegar a la Consola Central.
En este punto el protagonismo se lo lleva de calle su sobresaliente pantalla táctil de 8” en combinación con un software perfectamente actualizado. Pero lo más importante, responsivo, siendo su respuesta prácticamente instantánea, lo que se agradece mientras vas conduciendo.
Los asientos del Ford Focus ST Line de gasolina de esta prueba son especialmente cómodos. Apoyabrazos centrales delanteros, el asiento del conductor completamente deportivo y ajustable, y un acabado en tela, los convierten en un principal aliciente que suma en calidad y nos transmite la sensación de estar en un coche de precios de rango más alto.
El espacio interior aprueba sin problemas. Gracias a sus 5 puertas, el acceso a las plazas traseras es cómodo, y el espacio para las piernas, incluso para personas altas, es sobresaliente. Eso sí, la altura al techo podría haberse afinado un poco más, ya que si eres especialmente corpulento puede que te sientas algo “atrapado”.
El maletero está bien provisto, siendo espacioso, con una capacidad total de 1.354 litros abatiendo los asientos. En su configuración normal ofrece 375 litros. No es de los mejores de su clase, se acerca a la media. Pero es un espacio más que suficiente para no convertirse en un problema durante los grandes desplazamientos.
Respecto a su tecnología, y pese a no ser un acérrimo fan a los sistemas de ayuda a la conducción, evidentemente, este nuevo Focus trae todo lo “habido y por haber”.
Sistema de alarma de colisión con asistencia al frenado, cierre centralizado con apertura de llave inteligente, integración con Android Auto y Apple Car Play, Control de crucero adaptativo, E-Call o conexiones AUX, Bluetooth y control remoto del audio mediante el volante, son algunos de los aspectos tecnológicos que podremos encontrar en el nuevo Focus.
Quitando el par de detalles criticables que hemos comentado anteriormente, lo que nos queda claro es que el nuevo Ford Focus no sólo tiene belleza exterior, ya que cuenta con un sólido interior que compensan el conjunto total del producto sin apenas fallos.
Una conducción dinámica con un consumo aceptable
Uno de los aspectos más destacables obtenidos tras poner a prueba el Ford Focus ST Line de gasolina, es sin duda su excelente transmisión de sensaciones en los desplazamientos. Gracias a un chasis extremadamente conseguido, el paso por curva, la estabilidad o la increíble comodidad de su suspensión, convierten a los recorridos con el modelo en una experiencia especialmente agradable.
La respuesta dinámica del nuevo Focus es sorprendente. Nosotros hemos contado con la versión de 125 CV 1.0 EcoBoost, y pese a esta “humilde” potencia, el coche te transmite que tiene mucho potencial escondido, y que es capaz de superar maniobras rápidas, veloces y arriesgadas con total comodidad. Además, si sumamos el hecho de contar con una ajuste de las suspensiones muy conseguido, la seguridad se multiplica, especialmente en el paso por curva. Incluso cuando nos pasamos más de la cuenta, el coche no se balancea en exceso, y tampoco se descompone. Es muy fácil de conducir, y lo perdona todo.
Podríamos decir que es un coche que se “deja conducir”, que de hecho, resultará cómodo y fácil para el cliente que busca desplazarse in demasiadas florituras, pero que conquistará también al que busca divertirse “metiéndole caña”.
En nuestro caso, el Focus ha venido provisto de una caja automática de 8 velocidades, que en combinación con las levas tras el volante, multiplican todavía más las buenas sensaciones iniciales. Quizás echamos en falta la el doble embrague, pese a esto, los cambios semiautomáticos producidos por las levas, son rápidos, cómodos e intuitivos.
Para esta ocasión, el motor del coche de esta prueba del Ford Focus ST Line de gasolina, cumple a la perfección, e incluso a veces, sobretodo en revoluciones altas, da la sensación de tener más potencia que la que dicen sus números, todo ello en combinación con un sonido, que pese a no ser su principal punto fuerte, nos permite enterarnos en todo momento de la respuesta del motor.
Cuenta con 170 Nm de par motor, que están disponibles desde bajo régimen y en un margen muy amplio. Más que suficientes para poder darnos ese extra de fuerza cuando lo necesitemos, y para ofrecernos una mejor sensación en su aceleración, claro está.
Pero, hablemos del consumo, y es aquí donde quizás debemos ser más realistas a la hora de comprar un coche dejándonos guiar por las cifras oficiales.
Los consumos homologados hablan de una media de 5,7 litros a los 100 km. La realidad es que su consumo medio real no encabezaría la lista de coches que menos gasolina gastan. Pero al final estamos hablamos de un coche con un punto «picante», capaz de rendir casi como un deportivo. Y la desviación de consumo entre el homologado y e real es algo que siempre sucede en los motores de gasolina de baja cilindrada con turbo.
Al final, el consumo medio real estará más cercano a los 7-7,5 l/100 km, que no esta nada mal, todo sea dicho. Y si hacemos uso de muchos recorridos en territorios urbanos, este subirá.
Vídeo del Ford Focus ST Line durante un recorrido a modo de OnBoard:
Pese a un consumo que no rivaliza contra los mejores de su categoría, sus sensaciones dinámicas, comodidad y todas las virtudes que hemos comentado que favorecen sus desplazamientos, compensan de sobra este pequeño fallo.
Un precio extremadamente competitivo
Ya hemos llegado a uno de los puntos clave: el precio del nuevo Ford Focus. Seguramente se te haga la boca agua imaginando hacerte con uno, pero quizás pienses que se va de presupuesto. Piénsalo de nuevo, ya que, puede que te sorprenda…
Si quieres hacerte con un coche como el visto en esta prueba del Ford Focus ST Line de gasolina, automático, de 125 CV, con el equipamiento de serie de este acabado y sin ningún extra, podría ser tuyo gracias a los descuentos y promociones ofrecidos por la marca por tan solo, ¡19.166 Euros!. O eso es lo que, al menos, dice el configurador de la marca.
Teniendo en cuenta el gran trabajo de Ford con esta nueva generación, creando las bases para un futuro prometedor a través de esta nueva apuesta, este precio es un auténtico caramelito para todo aquel que quiera comprar un compacto, seguro, tecnológico, bonito y divertido, muy divertido.
Los rivales directos del nuevo Focus son también pesos pesados, sobretodo en lo que a ventas se refiere, como por ejemplo, el Seat León, el Volkswagen Golf, o el Renault Megane, entre otros. Pese a luchar contra semejantes titanes, podéis estar seguros de que si os hacéis con un Ford Focus, no echaréis de menos a la competencia, y contaréis con un vehículo con un aspecto renovado, moderno y diferenciador, que además te producirá más de una sonrisa en alguna curva.
Un producto de máxima calidad con el que no se puede fallar, y una apuesta segura como compañero en tus desplazamientos durante los próximos años.
A continuación os dejamos un vídeo de la marca donde se ve al nuevo Ford Focus ST Line en acción:
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