Prueba del Suzuki Swift Sport: ¿Compra inteligente o simple capricho?
Hemos hecho la prueba del Suzuki Swift Sport y nos hemos preguntado si puede satisfacernos tanto para disfrutar en un puerto de montaña como para llevaros a trabajar de lunes a viernes
La cultura de los coches deportivos no está viviendo su mejor momento. Por un lado, las nuevas normativas de emisiones están haciendo que las marcas destierren de sus gamas algunos de sus modelos más prestacionales para sustituirlos por otros más ecológicos y así lograr que las emisiones de sus gamas se rebajen. Sin embargo, Suzuki ha sabido buscar la receta para mantener un modelo como el que hoy probamos con algunas maniobras como la instalación de sistemas Mild Hybrid en algunos de sus modelos.
Por otro lado, pese a que la oferta de pequeños GTI es bastante nutrida, los jóvenes ya no suspiran por hacerse con uno de estos modelos. Es difícil conocer a algún millenial que forre su dormitorio con posters de su pequeño deportivo favorito, algo que antes era muy común.
Sin embargo, modelos como el Suzuki Swift Sport que hoy te traemos luchan por cambiar esta tendencia. Se tratan de coches con tamaños reducidos, con cifras de potencia que, pese a que cada vez son más altas, no son disparatadas y, sobre todo, pesos reducidos.
Esto hace que se pueda disfrutar al volante sin tener que dejarnos un riñón, puesto que los precios de venta son contenidos, su mantenimiento no es nada del otro mundo y sus consumos son razonables si somos cuidadosos con el pie derecho.
Disfrute en formato XL con unos presupuestos mini
Todos estos preceptos los cumple a la perfección el Suzuki Swift Sport, un coche que desde que lo vemos nos mete en un proceso con tres etapas: lo ves, lo conduces y te enamoras. Es difícil encontrar un coche en el mercado que ofrezca tanto por tan poco, pero antes de exponerte todas sus virtudes, vamos a presentártelo más en profundidad.
Cuando hicimos la primera prueba del Suzuki Swift Sport, pudimos ver que mantiene la misma longitud que la anterior generación, aunque ahora este es más “gordo”: gana 40 mm de anchura y es 15 mm más bajo. Además, también ha crecido su batalla en 20 mm y el ancho de vías gana otros 40 mm. Todo esto hace que se vea menos juguete y dé la sensación de que estamos ante un coche mucho más serio.
En cuanto a su peso en la báscula, Suzuki ha conseguido que su pequeño deportivo sea aún más ligero que la generación anterior, por lo que consigue rebajar la mágica cifra de los 1.000 kilos, con un peso total de 975 kilogramos.
Esto se nota enormemente cuando negociamos un puerto de montaña con el Suzuki Swift Sport, y es que es un coche que se mete en las curvas cómo y cuándo queremos. Sin embargo, de esto vamos a hablar un poco más adelante.
Las 8 claves del Suzuki Swift Sport
Vamos a plantearnos unas preguntas para despejar una incógnita: ¿Es el Suzuki Swift Sport una compra inteligente o simplemente es un capricho del que nos arrepentiremos? Vamos a verlo:
¿Es muy macarra?
Vamos a detenernos en su diseño, y es que pese a que a primera vista ya vemos que estamos ante un modelo con una alta dosis de picante, resulta discreto y para nada da la sensación de coche “macarra”.
La sensación de deportividad queda enfatizada gracias a la multitud de elementos en efecto fibra de carbono. En la parte delantera, tenemos una gran parrilla que comanda toda la parte central y dos faros con luces diurnas. El perfil cuenta con una cintura ascendente que cuyo nervio culmina en la parte alta de los pilotos traseros. Las llantas son de 17 pulgadas y van calzadas en unos neumáticos con dimensiones 195/45 R17.
El labio delantero en efecto de fibra de carbono conecta con el faldón trasero. Además, es muy llamativa la forma de aleta en el pilar C y las puertas traseras tienen la maneta oculta, al estilo de lo que estrenó por primera vez el Alfa Romeo 156. Para terminar este conjunto tan atractivo, tenemos un difusor trasero con el mismo efecto de fibra de carbono aderezado con una salida de escape doble.
¿Es incómodo?
El interior es sencillo, sin grandes lujos pero con un diseño simpático y con todo lo necesario para convertirse en un coche para todos los días. Los materiales utilizados no son nada del otro mundo, puesto que encontramos plásticos duros por todas partes y los ajustes son mejorables. Esto se puede ver por ejemplo en el botón de los warning, en los que queda más espacio por un lado que por el otro, o en detalles como que los interruptores de las ventanillas no se iluminan, por lo que es incómodo localizarlos cuando es de noche.
Otro de los problemas ergonómicos que hemos detectado son los mandos del sistema de climatización. La rodilla derecha queda justo a la altura de la ruleta situada más a la izquierda, por lo que en cualquier curva a izquierdas que el cuerpo se desplace lateralmente, irremediablemente la moveremos y el climatizador se activará.
Lo que sí es destacable son los asientos deportivos. Son sobresalientes se miren por dónde se miren: entran por los ojos, son muy confortables para hacer viajes largos y proporcionan un agarre lateral excelente.
También es un punto a favor del Suzuki Swift Sport la pantalla táctil de 4,2 pulgadas que ya viene de serie. Esta es un resumen del resto del coche, no es ningún hito tecnológico pero cumple su función a la perfección e incluso muestra algunos datos interesantes en conducción deportiva, como por ejemplo la presión del turbo. Si hay que ponerle una pega, es que no es compatible con Android Auto o Apple Car Play.
¿Puedo hacer un viaje con los amigos?
Obviamente, el segmento de los coches urbanos no está pensado para hacer largos viajes, por lo que no podemos esperar hacer un viaje con el confort de una gran berlina. Las plazas traseras tienen espacio para las piernas suficiente, por lo que dos personas pueden viajar sin ningún problema. Además, el espacio libre al techo es bastante amplio, por lo que si quieres viajar con el pívot y el base de tu equipo de baloncesto, no tendrás problema en que se despeinen con el techo.
El maletero tiene 265 litros de capacidad, una cifra que no le convierte en el mejor de la categoría. Si lo comparamos con los dos modelos que hemos mencionado anteriormente, el Skoda Fabia ofrece 330 litros y el Seat Ibiza 355 litros. Además, cuenta con una boca de carga demasiado alta, por lo que levantar del suelo una maleta pesada puede ser sinónimo de unas cuantas sesiones de fisioterapeuta. Sin embargo, hay que decir a su favor que cuenta con unas formas bastante regulares y, por tanto, son bastante aprovechables.
¿Es divertido de conducir?
Este es uno de los puntos más importantes del Suzuki Swift Sport, y es que es un coche creado por y para divertir al conductor. La sensación que da en todo momento es de que estamos ante un coche muy ligero, por lo que se convierte en un coche perfecto para encarar puertos de montaña con carreteras reviradas.
La dirección es rápida y cuenta con una buena precisión, además de que la dureza de la misma está muy bien ajustada, por lo que ni es fácil meter el morro justo donde le estamos indicando con el aro.
Otro de los puntos que más convence es el tacto del cambio, y es que da unas sensaciones muy deportivas gracias a sus recorridos cortos y a la sensación mecánica que tenemos al engranar las marchas. La única pega que ponemos en este aspecto es que la palanca está demasiado baja, por lo que tenemos que tirar demasiado el brazo cuando queremos cambiar de marcha.
La suspensión es firme pero sin llegar a ser un castigo para la columna vertebral, por lo que consigue una muy buena relación entre deportividad y confort de marcha. Por lo tanto, colabora a la perfección con los asientos deportivos para permitir que el Suzuki Swift Sport sea perfectamente bipolar: puede ser el coche que nos saque una sonrisa los fines de semana y el que nos lleve a trabajar el lunes.
¿140 caballos son suficientes para divertirme?
Con los 140 caballos del propulsor 1.4 Boosterjet, parece que el Suzuki Swift Sport está algo por debajo de rivales como el Ford Fiesta ST, Renault Clio RS o Volkswagen Polo GTI, que ya llegan a los 200 caballos.
Sin embargo, el Suzuki Swift Sport hace suya la frase de menos es más, y es que combina perfectamente su potencia con sus 975 kilos. Por ello, para nada echamos en falta un extra de potencia, y es los 230 Nm de par empujan con brío desde las 2.000 rpm y cuenta con garra suficiente como para seguir con este impulso hasta las 4.000 rpm. Es cierto que podemos estirarlo hasta pasadas las 6.000 rpm, pero no encontraremos la patada de la que sí disfrutamos en el anterior rango de revoluciones.
Sus prestaciones oficiales no son las mejores del segmento, puesto que acelera de 0 a 100 km/h en 8,1 segundos y alcanza una velocidad máxima de 210 km/h. Sin embargo y, como ya os hemos dicho antes, se trata de un propulsor muy agradecido con suficiente carácter como para poder mover con brío al pequeño deportivo de Suzuki.
¿Gasta mucho?
Esta es una de las principales bazas del Suzuki Swift Sport, y es que no es lo mismo dar de beber a 200 caballos que hacer lo propio con 140. El 1.4 Boosterjet nos ha demostrado ser un motor muy agradecido en todo momento, por lo que siendo cuidadosos con el acelerador, es muy sencillo mantener consumos mixtos de 7 litros a los 100 kilómetros. En caso de que nos animemos y hagamos una conducción más dinámica, los consumos nunca superarán los 8 litros a los 100 km/h.
Sin embargo, no todo van a ser virtudes, por lo que el principal defecto del Suzuki Swift Sport en este aspecto es el tamaño de su depósito de combustible. Con una capacidad para 37 litros, será la autonomía total rondará los 500 kilómetros, por lo que estaremos obligados a repostar si vamos a hacer un viaje de larga distancia.
¿Cuenta con un buen equipamiento de serie?
A esta pregunta podemos responder con un rotundo sí. Otro de los puntos fuertes del Suzuki Swift Sport es su equipamiento de serie, y es que es realmente amplio. Podemos encontrar elementos como los asientos deportivos, navegador con pantalla táctil de 4,2 pulgadas y cámara trasera o los faros Led que, dicho sea de paso, proporcionan un buen haz de luz.
Además, ofrece sin sobrecoste una completa lista de elementos de seguridad: asistente precolisión, asistente de cambio involuntario de carril, control de crucero adaptativo, alerta de fatiga, control predictivo de frenada o Start&Stop.
¿Es caro?
Y llegamos a lo más importante: ¿Cuánto tenemos que pagar por un coche divertido, práctico y con un completísimo equipamiento de serie? La lógica nos dicta que para conseguir todo esto, tenemos que gastarnos un riñón.
Nada más lejos de la realidad, y es que el precio del Suzuki Swift Sport es realmente interesante. Por 19.370 euros puedes llevarte a casa uno de los coches con mejor relación precio/producto del mercado.
Si lo comparamos con sus rivales más directos, vemos que todos tienen un equipamiento más básico y un precio superior: el Mini Cooper de 136 caballos parte de los 23.200 euros, el Ford Fiesta ST-Line 1.0 EcoBoost de 140 caballos de 20.750 euros y el Peugeot 208 GT-Line con el propulsor PureTech130 está disponible desde 22.100 euros.
La conclusión es que el Suzuki Swift Sport es una decisión muy acertada si estamos buscando un deportivo de dimensiones reducidas y que además sea utilizable para todos los días. Además, su tacto nos ha traído a la mente los brillantes deportivos compactos que tan de moda se pusieron hace ya 15 años como el Ford Fiesta ST150 o el Peugeot 206 GTI.
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