Probamos los nuevos Porsche 718 Cayman GTS y 718 Boxster GTS
Máxima emoción al volante y versatilidad para uso diario se combinan a la perfección en las nuevas versiones GTS del Porsche 718.
La cita es en el Circuito de Estoril, un domingo cualquiera de febrero. Porsche nos convoca a probar las nuevas versiones GTS del 718 y del Macan. Sí, eso implica trabajar en fin de semana. ¿A quién le importa, con un Porsche de por medio, y encima si es en un circuito?
Así que hasta Lisboa nos desplazamos para una jornada de lo más intensa, que empezó con la prueba del nuevo Porsche Macan GTS. Sin duda, la referencia deportiva entre los SUV, si buscas un coche con el que lo mismo puedes irte a esquiar que usarlo para ir a trabajar en el día a día, para salir de fin de semana con la familia… o incluso para irte de “track-day”.
Aparcamos el Macan y llega el momento que más esperábamos: el de ponernos a los mandos del nuevo Porsche 718 Cayman GTS en un circuito que ya conocía bien, pero que se encargó de “recordarme” amablemente el mismísimo Mark Webber, embajador de la marca, en una par de vueltas copilotadas.
Porsche 718 Cayman GTS: pura emoción
El nuevo Porsche 718 Cayman GTS abandona el motor turbo de la anterior generación para pasarse a un 6 cilindros bóxer atmosférico. Gana unos 35 CV, para llegar a los 400 CV. Por lo tanto, se queda a 20 CV del 718 más extremo, el 718 Cayman GT4, con el que comparte motor.
Sin entrar mucho en detalles técnicos, se trata de un motor de la misma familia que el que se emplea en el Porsche 911. Lleva lubricación por cárter seco, distribución variable VarioCam, inyección directa con inyectores piezoeléctricos, sistema de desconexión de cilindros para reducir el consumo de combustible cuando se demanda poca potencia y filtro de partículas de gasolina.
Inicialmente se ofrece solo en combinación con un cambio manual de seis marchas. EL CAMBIO, con mayúsculas, como veremos más adelante. Pero ya se ha anunciado que a finales de 2020, estará disponible también con una caja PDK de doble embrague de siete marchas.
Por completar su ficha de presentación, anuncia una punta de 293 km/h, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos. El precio parte desde los 94.580 euros. Y no le busques rivales: ya te adelanto que no hay otro coche en el mercado que, por este precio, te permita llegar conduciendo cómodamente a un circuito, ponerte los guantes, salir a pista y disfrutar de unas sensaciones casi de coche de carreras.
¿Abrimos boca con un vídeo?
Preparado para la conducción deportiva más exigente
Frente a las versiones básicas del 718 Cayman, el GTS está preparado para hacer honor a las siglas que estrenó el Porsche 904 a principios de la década de los ´60. Por ello son de serie elementos como los soportes activos de motor y caja de cambios, la suspensión deportiva con amortiguación variable (rebajada 20 mm), el diferencial trasero autoblocante de control electrónico y el paquete Sport Chrono.
Exteriormente muy pocos detalles delatan que exista tanta diferencia entre un 718 Cayman GTS y la versiones básicas como las que te encuentras tras conducirlo. Sobre todo si es en circuito.
Acomodarte en los impecables asientos tipo bacquet, sentir la adherencia del recubrimiento del volante forrado en Alcantara y escuchar el sugerente sonido del 6 cilindros de 4 litros cuando empieza a quemar combustible nada más girar la llave de contacto –a la izquierda del volante, por supuesto– hace que suban las pulsaciones. Sobre todo cuando lo que tienes por delante es la barrera del pit-lane del circuito de Estoril, y están a punto de darte luz verde.
Porsche sabe hacer bien estas cosas cuando presenta un coche a la prensa. Te ponen una “liebre” por delante, que regula el ritmo según lo que tú seas capaz de dar de sí. Y no capa el circuito con chicanes ni cosas raras. Si tu corres y vas por el sitio, la liebre no se deja coger.
Nuestra liebre era un Porsche 911 Carrera S, conducido por un probador de Porsche que, calculo, tendrá aproximadamente las mismas horas al volante en circuito que la que lleva mi amigo Juan recorriendo Madrid en su Dacia Logan de color blanco con una raya roja en la puerta; tú ya me entiendes.
Fueron solo cinco vueltas, contando la de lanzamiento y la de refrigeración de los frenos para volver al pit-lane. En otros ámbitos lo llamarían “coïtus interruptus”. Pero al menos me dio una idea de lo maravilloso y efectivo que es este Porsche.
Soy un defensor a muerte de los cambios automáticos, incluso para conducción deportiva. Sobre todo si se trata de cambios como el PDK de Porsche. Pero he de reconocer que este 718 Cayman GTS vuelve a redescubrirte lo que es la conducción en su estado más puro, pisando el embrague y haciendo trabajar la mano derecha, en vez de mover los deditos en el volante para accionar unas levas.
El mejor Porsche para carretera y circuito
Esto es lo primero que me sorprendió del 718 GTS, lo increíblemente bien que funciona el cambio de marchas. Es muy preciso, con una palanca de recorridos cortos que te permiten emplearte con decisión. Y en el modo Sport+, que es el que utilicé durante las 5 vueltas, tiene una función que no es que ayude a hacer el doble embrague y el punta tacón, es que lo hace mucho mejor que tú.
Sin duda, este cambio es un aliado perfecto para el 6 cilindros bóxer, que responde al acelerador como si la conexión fuese directamente entre el motor y tu cerebro. En este punto no podría decirte todavía qué tal empuja desde abajo, porque había que aprovechar el tiempo. Pero te aseguro que tiene una facilidad pasmosa para funcionar con la aguja del cuentavueltas que preside la instrumentación siempre inclinada hacia el lado derecho, esto es, entre 4.000…. y las 7.800 rpm a las que ya tienes que quitar la mano del volante para darle vida al cambio.
La fluidez con la que se produce todo es casi mágica. Y lo es porque también pone de su parte una dirección exquisita, unas suspensiones que trabajan controlando a la perfección los movimientos de la carrocería y una electrónica que te deja sentir cómo la goma de los neumáticos, en medidas 235/35-20 delante y 265/35-20 detrás, se fusiona por instantes con el asfalto.
La liebre se dejaba empujar por nuestro ánimo, seguramente conocedora de lo que son capaces los frenos carbocerámicos opcionales que llevaba el 718 GTS. Son casi 8.500 euros, pero valen lo que cuestan. Es increíble la potencia que ofrecen y lo que aguantan sin presentar el menor síntoma de fatiga. Infatigables. Y en la frenada más fuerte a final de recta, llegábamos con el velocímetro ya flirteando con los 250 km/h, intentando pillar a la liebre…
No nos dejaron desconectar del todo el control de tracción, pero tampoco es necesario para pasar un rato inolvidable. En la configuración más deportiva el 718 GTS te permite incluso deslizamientos muy controlados, sin cortarte en ningún momento el ritmo. Hasta que te lo corta la bandera a cuadros. Al menos me dio tiempo a comprobar el indicador de consumo en el ordenador de a bordo, que previamente había puesto a cero: 32 l/100 km. Despacio no fuimos, desde luego…
Porsche 718 Boxster GTS: ¿lo prefieres sin techo?
La guinda a un domingo perfecto la ponía un recorrido de pruebas en carretera abierta con el nuevo Porsche 718 Boxster GTS. Aunque la cosa no fue como se esperaba: imagínate como estaban de coches, motocicletas, bicicletas e incluso gente paseando un domingo soleado las carreteras de una de las zonas más turísticas de Portugal.
Aun así, el recorrido nos sirvió para comprobar varias cosas. La primera, que todo lo efectivo que puede ser el conjunto motor-transmisión-suspensiones para conducir de forma efectiva en circuito puede serlo también a la hora de elegir el programa más confortable para usar el coche a diario.
El motor empuja bien desde abajo, el embrague no exige mucha fuerza y la dirección y las suspensiones siguen trabajando muy bien incluso cuando se enfrentan al trabajo que no van a encontrar en un circuito: los baches. No digo que viajes en una alfombra mágica, pero sí que puedes disfrutar de un 718 GTS a cualquier ritmo que quieras circular. Y en el caso del Boxster, sin techo.
Piénsatelo bien, porque son solo unos 2.300 euros más que el Cayman. Y seguramente serán más veces las que puedas conducir descapotado que dentro de un circuito… dando por descontado que con el Boxster también puedes hacer tandas. Pero no es lo mismo.
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