La policía detiene a un niño de 5 años que conducía el coche de su madre
El suceso ha tenido lugar en Estados Unidos donde una patrulla de carreteras ha detenido a un menor de 5 años que tenía un brillante plan
La rocambolesca historia parece sacada de un esperpento moderno o de una historia de ciencia ficción de serie B de tercera división pero no, el hecho es real y ha sucedido en el estado de Utah, Estados Unidos, donde los oficiales encargados de patrullar las carreteras detuvieron ayer a un menor de 5 años que fue sorprendido conduciendo el coche de su madre.
La historia fue publicada en el perfil de Twitter del cuerpo de patrulleros estatales de Utah y no ha dejado de ser replicada a través del globo.
One of our Troopers in Weber Co. initiated a traffic stop on what he thought was an impaired driver. Turns out it was this young man, age 5, somehow made his way up onto the freeway in his parents’ car. Made it from 17th and Lincoln in Ogden down to the 25th St off-ramp SB I-15. pic.twitter.com/3aF1g22jRB
— Utah Highway Patrol (@UTHighwayPatrol) May 4, 2020
Él solo quería comprarse un Lamborghini
Pero dentro de lo estrambótico que pueda parecer, la razón por la que el niño de 5 años tomó el vehículo familiar y condujo hasta ser detenido no deja de tener un valor sentimental que enternece más la situación.
En un primer momento, el agente pensó que, por el tamaño del único ocupante del coche, se trataba de un conductor con un vehículo con adaptaciones individuales a sus necesidades físicas o sensoriales.
La sorpresa llegó cuando, al ir a comprobar la identidad del mismo, se topó con un menor que viajaba solo, lógicamente, carecía de licencia para conducir y en un vehículo que no estaba registrado a su nombre.
Al ser interrogado por el patrullero, el menor alegó que había cogido el coche porque quería comprarse un Lamborghini, proyecto que fue comunicado a su progenitora y, como tantos sueños frustrados de la infancia, y resultado de lo crudo que puede ser la economía infantil doméstica, su madre le negó cumplir ese sueño.Ni corto ni perezoso, el pequeño asegura que aprendió a conducir de manera autodidacta y, de tal forma, se hizo con el botín de su hucha, 3 dólares, según la policía de Utah, se subió al coche de la familia e inició un viaje cuyo destino era California, ni más ni menos, donde podría encontrar el concesionario donde admitieran su pedido (si existe, que me lo digan porque estaría interesado en cerrar un acuerdo de compra de un Lamborghini por 3 dólares), pero el intento se truncó cuando la patrulla se percató de la situación anómala.
No hay sueños baratos
Tras hacernos eco de esta noticia, de una parte, no deja de enternecernos el hecho y de demostrar que hay sueños por cumplir que nunca se deben abandonar por difícil que parezca la empresa.
Además de que no hay mayor motivación que fuerza de voluntad y la fe por cumplir un sueño, que puede aportar más energía que la gasolina de 108 octanos.
Pero por otra, nos pone los pelos de punta pensar en qué podría haber sucedido si este pequeño, en vez de ser detenido por un agente de la autoridad, hubiera sido parado por un muro, un árbol o un peatón…
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