Megane Renault Superdeportivos
¿Es el nuevo Renault Mégane R.S. el compacto deportivo definitivo?
Motor 1.8 Turbo de 280 CV, dirección a las cuatro ruedas, cambio manual o de doble embrague, chasis puesto a punto por Renault Sport. ¿Será el Renault Mégane R.S. el nuevo Rey de los compactos deportivos?
Llevamos ya tiempo detrás del nuevo Renault Mégane RS. El año pasado la marca ya adelantó durante la fase de desarrollo que el Mégane RS tendría cuatro ruedas directrices y dos configuraciones de chasis. Poco después se filtraron las primeras imágenes oficiales, antes de su presentación al público en el Salón de Frankfurt. Ahora, ya tenemos todos los datos que nos permiten analizar si el nuevo Renault Mégane R.S es el compacto deportivo definitivo.
Para empezar, recordemos algunos de los coches que no se lo van a poner fácil al nuevo Mégane RS. Entre ellos, algunos de la talla del Volkswagen Golf GTI, el Ford Focus RS, el Honda Civic Type-R o el Seat León Cupra R, que con 310 CV es el modelo de calle más potente fabricado por la marca española.
¿Con qué armas cuenta el nuevo Mégane R.S. para convertirse en referencia? Vamos a verlo.
Motor y prestaciones del Mégane R.S.
Para empezar, con un motor potente y “rabioso”. Es básicamente el mismo cuatro cilindros con 1.798 cm3, inyección directa y turbocompresor que utiliza el nuevo Alpine A110, pero potenciado aquí hasta los 205 kW (280 CV), que se entregan a 6.000 rpm. El par máximo alcanza los 390 Nm, disponibles entre 2.400 y 4.800 rpm.
Renault mantiene las dos opciones de transmisión, con el cambio manual de seis marchas o la caja EDC de doble embrague también de seis velocidades. Con esta última el Mégane R.S añade levas en el volante, y se puede modificar su funcionamiento a través de los programas del sistema de conducción dinámica Multi-Sense. Cuenta con función Launch Control y con sistema “Multi Change Down” que permite bajar varias marchas de forma consecutiva simplemente manteniendo la leva pulsada.
Con un peso de 1.905 kg para la versión con cambio manual –25 kg más con cambio EDC–, el Renault Mégane R.S. anuncia las mismas aceleraciones para el manual y el automático, con 5,8 segundos para pasar de 0 a 100 km/h, y 25 segundos en cubrir los 1.000 metros con salida parada. Con cambio manual la velocidad máxima es 5 km/h superior, alcanzando los 255 km/h.
En consumo homologado toma ventaja el automático, que se queda en 6,9 l/100 en el ciclo combinado, frente a los 7,1 del Mégane R.S. manual. Esto significa una reducción de un 8 por ciento respecto al anterior Mégane R.S.
Dirección a las cuatro ruedas de serie
Pero no todo es potencia. La mano de Renault Sport –sí, el Mégane R.S. luce con orgullo el mismo emblema que los coches de competición de la marca– resulta clave a la hora de conseguir un chasis orientado a la máxima eficacia y diversión en conducción deportiva.
Para ello, Renault sigue ofreciendo dos configuraciones de chasis, una “convencional” denominada Sport, y otra más radical que se denomina Cup. Esta última tiene una amortiguación un 10 por ciento más rígida y añade un diferencial autoblocante Torsen en el eje delantero con nuevos reglajes: un 25% de transferencia en deceleración y un 45% en aceleración, frente al 30% y el 38% del Mégane R.S. anterior, respectivamente.
También se han potenciado los frenos, con discos delanteros de 355 mm (+15 mm). Para los Mégane R.S. con chasis cup se puede elegir en opción el sistema de frenos de alto rendimiento con discos bi-material de aluminio y acero, que según Renault reducen el peso por rueda en 1,8 kg.
Tanto el Mégane R.S. con chasis Sport como las versiones Cup equipan de serie la dirección a las cuatro ruedas 4Control, un elemento que no es nada habitual en esta categoría de compactos deportivos. A baja velocidad las ruedas traseras giran en dirección opuesta a las delanteras hasta un máximo de 2,5 grados mara favorecer la agilidad. Por encima de los 60 km/h (o de los 100 km/h en modo RACE) las cuatro ruedas giran en la misma dirección, limitando el movimiento de las ruedas traseras a un grado, lo que mejora la estabilidad.
Preparado para la conducción deportiva
En si exteriormente el aspecto del Mégane R.S. resulta o no suficientemente “racing” no voy a detenerme mucho. Ahí están las imágenes y el video para que puedas valorarlo. Pero… ¿tú has visto esa enorme salida de escape de forma trapezoidal integrada en el difusor trasero? ¿O los pasos de rueda ensanchados frente a los Mégane GT y el diseño de las tomas de aire? Pone los pelos de punta. Además, te diré que el color amarillo de la carrocería no es el único.¡No te pierdas cómo queda en el exclusivo naranja vibrante!
En lo que de verdad importa para aprovechar el potencial de un chasis y un motor como este, el Mégane R.S. cumple con sobresaliente. Tiene asientos de los que sujetan de verdad, pedales bien dimensionado con un apoyo sólido para el pie izquierdo, un volante de tacto magnífico… Y cuenta con funcionalidades como el R.S. Monitor, que ahora permite grabar tandas y analizar la telemetría con datos y videos de realidad amentada que se pueden compartir directamente en redes sociales gracias a la conectividad con iOS y Android.
Además, por medio de MultiSense se puede elegir entre cinco programas de personalización: comfort, normal, Sport, Race o uno individual personalizado. Y no falta la información head-up display proyectada en el parabrisas, o un equipo de audio Bose con ocho altavoces y un subwoofer integrado en el maletero, para cuando prefieras escuchar con la máxima calidad tu música favorita, en vez del sonido del escape.
Y aquí no acaba todo. Para los que no se conformen con el Mégane R.S., más adelante –finales de 2018– llegará una versión todavía más potente, el Renault Mégane R.S Trophy, que alcanza los 300 CV de potencia y ofrecerá un par máximo de 400 Nm. Esta versión llevará se serie el chasis Cup, las llantas de 19 pulgadas y los frenos de alto rendimiento.
Comentarios cerrados