El Nissan GT-R cumple 50 años
El Nissan GT-R cumple 50 años. El modelo deportivo tope de gama del constructor japonés es famoso en el mundo entero. Hoy hacemos un repaso de su historia.
Este año marca el 50 aniversario del coche más famoso de toda la línea de Nissan, el GT-R. El modelo contará con un evento especial en unas semanas para conmemorar este acontecimiento.
Tendrá lugar en el Festival NISMO en Japón, con toda la familia Z Nissan haciéndole compañía.
El nacimiento del primer Skyline
En 1969 Nissan introdujo al mercado el primer Skyline GT-R, un modelo que hoy es de colección y fue únicamente vendido en el mercado japonés.
Inicialmente se comercializó como un sedán de 4 puertas, aunque desde Marzo de 1971 empezó a ofrecer una opción coupé. Contaba con un motor de 160 CV y 176 Nm de par motor. Era tracción trasera y contaba con una caja de cambios manual de 5 velocidades.
La discreta segunda generación
En 1973 se empezó a construir la segunda generación del Skyline GT-R. Este también contaba con un motor de 6 cilindros en línea S20. También contaba con tracción trasera y una caja de cambios manual de 6 velocidades.
Solo se construyeron 197 copias de este último, debido, entre otras cosas a la respuesta frente a la crisis de energía global que acontecía en aquellos años…
El principio de la leyenda
No sería hasta 1985 cuando Nissan introdujo un nuevo modelo a la familia, y por otro lado, comenzó a hacer historia. En este año la compañía presentó el Nissan Skyline 2000 GTSR, o lo que es lo mismo, el primer «R», siendo este, el R31.
Se produjeron 800 unidades de este último, y pese a que no tuvo un éxito espectacular, es importante destacarlo, ya que con él nace la serie R30 que tanto hemos aprendido a querer.
Prestigio a nivel internacional
5 años después, en 1989, llegaría el primer vehículo que posicionó al GT-R donde le correspondía, y que elevaría la fama de Nissan mundialmente. Se trataba de la tercera generación del GT-R, era hora de presentar el mítico R32.
Este coche otorgo un prestigio increíble al constructor dentro del segmento de coches deportivos. Su diseño, sus prestaciones, su motor, estaban adelantados a su tiempo. No solo eso, por si fuera poco, su precio en relación a otros modelos, no tenía rival.
El R32 contaba con un motor de 2.6 litros twin turbo de seis cilindros en línea. Generaba 276 CV de fuerza y 353 Nm de par motor a 4.400 rpm. Por supuesto el sonido característico de este famoso modelo, empezó a inundar las calles de Japón, y poco a poco introduciéndose también en occidente.
La leyenda del Tuning
El éxito del R32 impulsó a Nissan a seguir renovando la familia GT-R. Esta vez lo harían con el R33, un coche que vio la luz en una de las películas de coches más famosas de las últimas décadas. La saga A todo Gas. Un coche que no pasó desapercibido en esta primera y mejor película dentro de la franquicia.
Una vez más este modelo se convirtió en un auténtico éxito, llegando a tener una versión más radical conocida como 400R. El R33 se convirtió además en un auténtico icono en el mundo del tuning, siendo innumerables las opciones de modificación de las que este modelo dispone.
La joya de la corona y el fin de la línea Skyline
En 1999, sin embargo, llegaría, el que bajo mi punto de vista, es la joya de la corona dentro de la familia GT-R, y entre otras cosas mi coche favorito.
El Nissan Skyline GT-R R34 es posiblemente la mayor leyenda de toda la serie GT-R. Únicamente distribuido en Japón, este modelo giró los cuellos de todos los adeptos al motor al ver su increíble diseño, sus prestaciones, pero sobretodo, el increíble sonido de su motor, en combinación con un sonido característico de su turbo, como de «nave espacial».
Su fama se multiplicó exponencialmente, cuando tuvo cerca de 15 minutos de protagonismo en la secuela de Fast & Furious, esta vez, conducido por Paul Walker, en un precioso color plata metalizado con motivos azules, así como neones de este mismo color.
Estos 15 minutos fueron suficientes para obsesionar a miles de adeptos al motor. El R34 es también una de las mayores leyendas del tuning, disponiendo de todo tipo de modificaciones de alta calidad, que dejan en ridículo a coches que cuestan 100.000 euros más que él.
Sin ir más lejos, la preparación V Spec que cuenta con varias subversiones, o la famosa Z-Tune, convierten a las «modestas» prestaciones del R34 de serie (276 CV) en un auténtico monstruo de 500 CV y 600 Nm de par motor.
Contando un chasis sobresaliente y un diseño impecable, este tipo de preparaciones sientan increíblemente bien al R34.
Este modelo sería el último skyline, algo que lo hace todavía más importante y que aumenta su leyenda.
En la actualidad…
En 2008 llegaría el actual R35 GT-R. Un coche que sigue manteniendo mucha de la esencia, en lo que a diseño se refiere, con la que contaban los Skyline. Las luces de freno, por ejemplo, son prácticamente iguales a la de los anteriores modelos, una característica que todos los fans acérrimos de este «cochazo» apreciamos muchísimo.
Esta vez el R-35 llegó para destrozar a la competencia. Por apenas 90.000 euros te podías hacer con un coche de casi 600 CV que pulverizaba tiempos en circuito de coches tan radicales como el Porsche GT2 de la época o el Ferrari 340 Scuderia.
Hablamos de modelos que eran en ocasiones hasta 200.000 euros más caros (o más) que el GT-R, y aun así, este último los dejaba en ridículo tanto en curva como en recta…
Por supuesto, el diseño del conocido como «Godzilla» (GT-R R35), no fue especialmente aceptado por la mayoría de entusiastas, asimilándose más a un robusto tanque que a las finas líneas del Skyline R34.
Sin embargo, gracias a sus prestaciones, no se podía hablar mal de un coche cuyos problemas eran más cuestiones subjetivas, y claro, un interior barato en comparación con sus números de performance.
Lo que está claro es que este modelo también ha sido un auténtico éxito, estando presente de 2008, vendido miles de unidades en el mundo entero y destrozando los oídos de los peatones en la ciudad, así como quemando el asfalto de los mejores circuitos, rompiendo récords, especialmente en su versión más radical, provista por el preparador NISMO.
No sabemos qué nos deparará los siguientes 50 años de la línea GT-R, pero lo que está claro es que no defraudará a nadie…
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