Countryman MINI Coches híbridos
Mini Cooper S E Countryman All4: el Mini híbrido lo tiene todo
El primer Mini híbrido enchufable, el Cooper S E Countryman, juega a tres bandas: carrocería SUV, prestaciones deportivas y etiqueta CERO. Y la verdad, lo hace muy bien.
Aunque empiezan a llegar, todavía no hay en el mercado muchos SUV híbridos enchufables. Y ninguno como el Mini híbrido, el Mini Cooper S E Countryman All4.
El más vendido actualmente es el Mitsubishi Outlander PHEV. Y entre los lanzamientos más recientes encontramos el nuevo Kia Niro Hybrid HEV. El resto de SUV híbridos enchufables son modelos Premium de gama alta, como el Audi Q7 e-tron, los Volvo XC60 y XC90 T8, el Range Rover Sport PHEV o el Porsche Cayenne E-Hybrid.
Pero el Mini Cooper S E Countryman All4 no tiene rivales directos. Y no los tiene porque no hay coches de su tamaño, potencia y precio que además de ser híbrido enchufable –y por lo tanto contar con la etiqueta CERO de la DGT, al ser su autonomía en modo eléctrico superior a los 40 km– puedan ofrecer prestaciones y sensaciones deportivas y combinen todo esto en una atractiva carrocería SUV.
Así es e Mini Cooper S E Countryman All4
Empecemos dando un repaso a las características principales del Mini Cooper S E Countryman All4. Estamos ante el primer Mini híbrido enchufable. Recurre a un sistema híbrido con un motor de gasolina de 3 cilindros que, junto al motor eléctrico, proporciona una potencia conjunta de 224 CV (165 kW) y un par máximo combinado de nada menos que 385 Nm. El 1.5 Turbo de gasolina rinde 136 CV (100 kW), y el motor eléctrico proporciona 88 CV (65 kW). El primero transmite la potencia a las ruedas delanteras. El segundo está situado bajo el piso del maletero y está acoplado a las ruedas traseras.
Las cifras homologadas de consumo medio del Mini híbrido son 2,4 l/100 km y una autonomía en modo eléctrico de 41 km. Puede acelerar de 0 a 100 en 6,8 segundos. Estamos, por lo tanto, ante un coche capaz de correr mucho… o de gastar muy poco, sobre todo para el nivel de prestaciones que ofrece. Dependerá mucho de cómo quieras conducirlo. Pero no te engañes: a pesar de la entrada en vigor de la normativa WLTP, los híbridos enchufables siguen homologando cifras de consumo imposibles de alcanzar en utilización real. Más adelante hablaremos de ello.
Otros datos importantes: su batería tiene una capacidad de 7,6 kWh, y se coloca bajo los asientos traseros, por delante del motor eléctrico. Teóricamente puede recargarse en unas 2:30 horas en un cargador tipo Wallbox con potencia de 3,6 kW, y en unas 3:15 horas si se enchufa directamente a una toma de corriente doméstica.
Y digo teóricamente porque durante la semana de utilización del Mini híbrido, ninguna de las veces que lo enchufé en casa tardó menos de 4 horas en completar la recarga, algo que puedes comprobar desde fuera gracias a los cambios de color en el aro luminoso que rodea la toma de corriente.
Tracción total inteligente y 3 modos de conducción
En el Mini Cooper S E Countryman ALL4 no existe conexión mecánica entre los ejes delantero y trasero. Pero como cada motor está conectado a las ruedas de un eje, y pueden funcionar de forma independiente o conjunta según se conducción, el Mini híbrido cuenta con tracción a las cuatro ruedas.
No es una tracción total destinada a hacer uso del coche fuera del asfalto. De hecho, tampoco la altura libre al suelo (de apenas 165 cm), los recorridos de suspensión, la firmeza de la misma, las cotas TT o los neumáticos de serie están pensados para ello. La tracción total funciona muy bien, pero no deberías plantearte con este Mini salir de la carretera para rodar más allá de lo que no sean pistas y caminos en buen estado.
Sí tiene mucho que ver en el ágil comportamiento del Mini Cooper S E Countryman en carretera la tracción ALL4. La unidad que gestiona el funcionamiento del DSC (control de estabilidad) analiza permanentemente el estilo de conducción y la adherencia en cada rueda, y reparte la fuerza según sea conveniente. Por supuesto, también es una gran ayuda cuando se trata de circular sobre carreteras nevadas, por ejemplo.
Pero recuerda lo que siempre decimos: si vas a conducir sobre nieve, mejor un tracción 4×2 con neumáticos adecuados (All Season o de neumáticos de invierno) que un 4×4 con neumáticos de verano. La máxima seguridad la tendrás con un 4×4 equipado con neumáticos con certificación invernal.
Mediante el botón del sistema “eDrive” en la consola central, el conductor del Mini híbrido enchufable puede seleccionar tres programas, aparte del modo 100% eléctrico. Son los siguientes:
- AUTO eDrive: es el modo seleccionado por defecto. Aquí, el Mini gestiona de forma automática el funcionamiento de los dos motores, priorizando la propulsión eléctrica hasta una velocidad de 80 km/h, sumando la fuerza el motor de gasolina cuando se supera esa velocidad, al acelerar a fondo o si la carga de la batería disminuye por debajo del 7%.
- MAX eDrive: en este modo se fuerza a que el sistema trabaje en modo eléctrico para aprovechar al máximo la energía almacenada en la batería. Permite circular en modo EV a velocidades de hasta 125 km/h, y el motor de combustión sólo se activa si superamos esa velocidad o si se demanda la máxima capacidad de aceleración.
- SAVE BATTERY: mantiene la carga de la batería siempre por encima del 90%, para lo cual, si es necesario, utiliza el motor de combustión, que además de mover el coche tiene que accionar el alternador de arranque para derivar energía a la batería. Lógicamente, ese ahorro de batería se paga elevando el consumo de gasolina. Es un modo que apenas utilizarás… salvo que fuese obligatorio contar con carga en la batería para acceder a las zonas de las ciudades limitadas a coches sin emisiones, algo que hoy por hoy parece imposible de controlar.
Independientemente del programa seleccionado en el eDrive, el Mini híbrido cuenta con el selector MINI Driving Modes, un mando que rodea la palanca de cambios. Los distintos programas adaptan las características de la dirección, la respuesta al acelerador o el funcionamiento del cambio según se selecciona un modo más deportivo o más eficiente.
En marcha con el Mini híbrido
Varias cosas nos han llamado la atención durante la prueba del Mini Cooper S E Countryman. La primera, que es un coche muy ágil en carreteras de curvas. Eso es algo que esperarías de un Mini con el apellido Cooper, pero no tanto en un coche con formato SUV como este… y con cerca de 200 kg más de peso que un Cooper Countryman ALL4 no híbrido.
En esta agilidad contribuyen la firmeza de la amortiguación, la precisión de la dirección y el funcionamiento de la tracción total, además de la inmediatez de respuesta y de las prestaciones que proporciona el sistema híbrido, con un empuje si se conduce de forma decidida que es propio de coches con motores de mucha más potencia y cilindrada.
No es, en absoluto, un coche difícil de conducir, a pesar de ser de reacciones vivas. Y a la hora de viajar por autopista, mantiene un nivel de confort que no esperarías si primero lo has puesto a prueba en una carretera de montaña.
Que corre mucho queda claro a la vista de sus prestaciones. Bajar de los 7 segundos en la aceleración corta es algo que permite calificar a un coche de rápido sin discusión. Y el Mini híbrido lo es, aunque la velocidad máxima esté limitada a 198 km/h, muy para la potencia total anunciada si la comparamos con otros Mini Countryman. Esto es debido a la gestión del sistema híbrido, que desconecta la “ayuda” del motor eléctrico a partir de cierta velocidad para proteger la duración de la energía acumulada en la batería y reservarla para cuando de verdad interesa: conducción a baja o media velocidad, y ayuda en los modos “boost” cuando se pisa a fondo momentáneamente el acelerador.
La autonomía real y el consumo dependen mucho del tipo de utilización. Superar los 40 km en modo eléctrico es prácticamente imposible, porque también lo es quedarse por debajo de los 14 kWh/100 km de consumo de energía eléctrica que homologa. En realidad, lo difícil es bajar de 20 kWh/100 km, lo que deja la autonomía eléctrica, conduciendo muy “finos”, en torno a los 25 o 30 km. Aquí también influye mucho la temperatura exterior, y cómo utilices el climatizador.
Cuando se circula en modo híbrido, la diferencia de respuesta al acelerador entre el programa de conducción que favorece el consumo y el modo deportivo es más que evidente. Saliendo con la batería cargada, y si buscas gastar poco, podrás dejar el consumo medio de gasolina entre 7,5 y 8 l/100 km en una utilización mixta, con algo de ciudad, un recorrido de unos 200 km por autopista y una escapada a una zona de curvas, aquí activando el modo “sport”. La autonomía no es muy grande aunque sumes los kilómetros que puedes hacer en modo eléctrico, porque la instalación del motor y de las baterías le roba casi 10 litros al depósito de combustible, que se queda en apenas 36 litros.
El Mini Cooper S E Countryman por dentro
El Mini Cooper S E Countryman tiene algunas diferencias de estilo y funcionales respecto al resto de la gama. Lógicamente, todas tiene que ver con su condición de coche híbrido enchufable. Para ubicar las baterías ha habido que reposicionar los asientos traseros algo más elevados, por lo que se pierde altura libre en estas plazas respecto a las versiones no híbridas. Pero sigue habiendo espacio de sobra incluso para adultos ya de cierta talla.
Sí se echa en falta el poder regular longitudinalmente el espacio para las piernas desplazando la banqueta, que aquí es fija. En cuanto al maletero, pasa de 450 a 405 litros, para hacer hueco al motor eléctrico. No es mucha capacidad entre los SUV de su tamaño, teniendo en cuenta que también hay que hacer sitio a la bolsa para el cable de carga.
El puesto de conducción requiere un cierto período de adaptación, principalmente por las concesiones al diseño: hay muchos mandos de distinto tipo –pulsadores, teclas, giratorios– y repartidos en diferentes niveles, algunos de ellos pequeños y no de fácil manejo. Pero enseguida acabas por integrarte y sentirte cómodo. La experiencia de uso cambia mucho según la pantalla elegida, protagonista en el centro del salpicadero. Recomiendo hacer el esfuerzo para llevarte la más grande, de 8,8 pulgadas.
La instrumentación del Mini híbrido incluye un llamativo sistema para ayudar al conductor a sacar partido al sistema de propulsión. Además de un indicador de potencia, cuenta con un arco dividido en segmentos luminosos que indican la disponibilidad de energía eléctrica, según la carga de la batería. El indicador permite ver si el sistema funciona en modo de frenada regenerativa cargando la batería, si el motor eléctrico está asistiendo al de combustión al acelera a fondo, y ayuda a dosificar el gas cuando al movernos en modo eléctrico no queremos que entre en acción el motor de gasolina.
Consideraciones sobre el precio el Mini híbrido enchufable
Mini comercializa el Cooper S E Countryman ALL4 con un precio de tarifa desde 39.200 euros sin ningún tipo de descuento, según el configurador de Mini. En este precio se incluye un equipamiento completísimo. Pero si quieres personalizar tu Mini, hay que pasar por caja.
Por ejemplo, el paquete Driving Assistant tiene un precio de 600 euros. Incluye asistente de luz de carretera, sistema de detección de señales de tráfico y la función de frenado City con aviso de peatones. Si quieres control de crucero activo, hay que contar con este paquete y desembolsar 420 euros adicionales.
La ayuda al aparcamiento son 800 euros, los colores de carrocería gris trueno o azul son 650 euros más que el gris de serie, las llantas de 18 pulgadas cuestan 800 euros (las hay de 19 por 1.500 euros). Y puedes añadir franjas deportivas en el capó (125 euros), o el paquete Mini Yours Interior que añade elementos decorativos en el habitáculo por 300 euros. El portón trasero automático supone un desembolso de 400 euros, y el equipo de alta fidelidad firmado por Harman Kardom, 850 euros.
De serie, la pantalla del sistema multimedia es de 6,5 pulgadas. Para contar con la de 8,8 pulgadas hay que pasarse al sistema opcional Mini Connected Navigation Plus, que son 2.000 euros. Incluye carga inalámbrica de teléfonos móviles, navegador, Mini Connected e información de tráfico en tiempo real.
También puedes recurrir a los paquetes de personalización denominados Salt, Pepper, Chili y John Cooper Works. El precio va desde los 325 euros del primero hasta los más de 4.000 del segundo. Combinan elementos de todo tipo: alfombrillas especiales, cromados, tapicería de cuero, llantas de distintos diseños, piso de maletero variable, compartimentos portaobjetos… Conviene pensárselo bien y echar cuentas.
Híbrido frente a diésel y gasolina
Un aspecto que no deja de ser curioso en el Mini híbrido es que, aun contando con el extra que supone la tecnología híbrida enchufable, tenga un precio de tarifa 550 euros inferior al Mini Cooper SD Countryman con tracción All4 y cambio automático, con motor diésel de 190 CV. Cosas del impuesto de matriculación, en el que el diésel tributa al 4,75%, quedando exento el Mini híbrido.
Es difícil recomendar el diésel en este caso, salvo que no tengas dónde enchufar el coche para hacer uso de las ventajas de su autonomía eléctrica, o no vayas a pisar la ciudad y el uso del coche sea para realizar con mucha frecuencia viajes de largo recorrido.
Otra comparación obligada: el Cooper S E Countryman All4 cuesta “sólo” 4.000 euros más que el Cooper S Countryman de 192 CV, que no lleva la tecnología híbrida enchufable (y no tiene etiqueta, ni CERO ni ECO) y tampoco cuenta con tracción total.
Galería de imágenes Mini Cooper S E Countryman
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