Mercedes Clase G 2018: larga vida al Rey de los 4×4
Durante casi 40 años, el Mercedes Clase G ha sido toda una referencia entre los 4×4. Con esta nueva generación, el todoterreno de Mercedes apunta a seguir dando guerra otros 40 más… como poco.
El Mercedes Clase G puede ser considerado todo un icono. Y no sólo entre los 4×4. Pocos coches hay en la historia del automóvil que lleven “dando guerra” casi 40 años fieles al concepto original. Aunque, claro está, el Clase G se ha ido actualizando durante estas cuatro décadas. La última vez en 2012, para ponerse al día en sistemas de seguridad, multimedia y confort.
Ahora, con motivo del Salón de Detroit 2018, Mercedes desvela por fin la nueva generación del Clase G. Y se cumple lo que esperábamos. En plena era SUV, el nuevo Mercedes Clase G sigue siendo todo un “G”. Con todo lo que ello implica. Estará a la venta en mayo, con precios muy similares a los del modelo actual. Esto supone partir desde unos 100.000 euros, como poco. Veamos lo que cambia.
El diseño del nuevo Mercedes Clase G
Para hablar del exterior del nuevo Mercedes Clase G es fundamental hacer un primer apunte. Bajo su carrocería sigue fiel a la estructura que comenzaron a abandonar los 4×4 que quisieron convertirse en SUV. Y es que el chasis de travesaños y largueros garantiza la máxima robustez cuando hablamos de un todoterreno que no se detenga ante nada.
Claro que estamos ante un modelo completamente nuevo. Y en Mercedes aprovechan para seguir las últimas tendencias en construcción de carrocerías. Aceros de alta resistencia y aluminio en algunos elementos de la carrocería permiten bajar el peso en unos 170 kilogramos. Y eso que las dimensiones exteriores aumentan. Ahora se va a 4,82 metros de longitud (crece unos 5 cm), siendo también claramente más ancho (+12 cm).
Sus formas y muchos rasgos de la generación anterior (seguro que ya te has fijado en detalles como las bisagras de las puertas a la vista) dejan claro que estamos ante un “G”. De hecho, si nos fijáramos sólo en las imágenes podríamos incluso pensar que estamos ante un “restyling”. Nada más lejos de la realidad.
Especialista en 4×4
Eso sí, aquí de SUV nada. El nuevo Clase G 2018 será más confortable y más seguro que nunca para circular por el asfalto. Pero cuando los objetivos principales en su desarrollo eran aumentar la rigidez, puedes imaginarte por dónde van los tiros. Para ello, el cambio más importante es la llegada de una suspensión delantera independiente en sustitución del eje rígido. Una configuración que sí se mantiene para las ruedas posteriores, aunque con un nuevo diseño. Mercedes asegura haber aumentado la rigidez a la torsión en nada menos que un 55 por ciento.
No faltan los tres diferenciales bloqueables. Ni, por supuesto, la caja reductora LOW RANGE. Para no comprometer una cota vital en uso offroad como es la altura libre, los puntos de anclaje de la suspensión delantera se realizan de forma directa al bastidor lo más alto posible. Son nada menos que 27 cm de altura libre al suelo, con 241 mm de altura libre entre ejes. Esto supone supone ganar 6 mm respecto a la generación anterior.
La profundidad de vadeo también aumenta en 10 cm para llegar a los 70. Y también se mejoran todos los ángulos de carrocería: 7 grados más en inclinación para llegar a los 35, y 1 grado más en salida y ángulo ventral para alcanzar los 31, y los 26 respectivamente.
Otra mejora que agradecerán los que utilicen el nuevo Clase G para explorar fuera del asfalto es el “G-Mode”. Es uno de los cinco modos de conducción disponibles en el sistema Dynamic Select. Se une a los programas Comfort, Sport, Individual y Eco. Modifican los ajustes de la dirección –ahora electromecánica–, el motor, la caja de cambios automática, la amortiguación regulable y los distintos sistemas de asistencia al conductor. Este programa se activa de forma automática al conectar la reductora o cualquiera de los bloqueos de diferencial.
Interior del Mercedes Clase G 2018
Aquí sí que no hay lugar a la duda: las dos nuevas pantallas digitales le delatan. El interior del nuevo Mercedes Clase G evoluciona sin compromisos para acercarse a lo que viene siendo ya habitual en los últimos modelos de la marca. Esto implica poder montar opcionalmente la pantalla digital en sustitución de la instrumentación convencional.
Tiene 12,3 pulgadas, y se suma a la pantalla central del sistema de información y entretenimiento, con el mismo tamaño. Algo que será cada vez más común en Mercedes, que ya ha presentado el nuevo sistema MBUX para el Clase A en el CES de Las Vegas. Pero no solo las pantallas: todo el diseño de salpicadero y consola es completamente nuevo. Se mantienen los materiales de alta calidad de Mercedes, que asegura haber mejorado también el espacio para los pasajeros.
Con la lista de opciones en la mano –y la cuenta corriente bien saneada– se puede personalizar el nuevo Clase G con todo tipo de elementos y paquetes. Estos contemplan desde asientos con masaje, calefactados y ventilados hasta todo tipo de tapicerías e inserciones decorativas. Además, se puede recurrir a la línea de personalización que ofrece AMG.
Mercedes G 500 V8: el resto está por venir
Hasta que se anuncien más versiones, Mercedes presenta el nuevo Clase G en su variante G 500, con el motor V8 biturbo de gasolina para el que se anuncia una potencia máxima de 310 kW (422 CV) y un par máximo de 610 Nm entre 2.000 y 4.650 rpm.
Este motor va acoplado a una caja de cambios automática de 9 marchas con la caja reductora integrada denominada 9G-TRONIC. Está adaptada de forma específica para las exigencias de un coche como el Clase G cuando se practica la conducción 4×4 más exigente. El Mercedes G 500 anuncia un consumo mixto de 11,1 l/100 km.
Video nuevo Mercedes Clase G 2018
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