Consejos para mantener en buen estado los neumáticos
Algunos de los consejos para mantener en buen estado tus neumáticos son una presión adecuada o una conducción eficiente, entre otras acciones.
La decisión de un conductor acerca de cambiar los neumáticos no es sencilla. ¿Existe realmente alguna forma de calcular la vida útil de nuestras ruedas? La realidad es que no existe una fórmula matemática, ya que depende de muchos factores: uso del vehículo, asfalto, climatología, el modelo de nuestro coche, etc. Sin embargo, lo que sí podremos controlar en cierta medida es el desgaste de las ruedas. A continuación, te presentamos varios consejos sobre cómo mantener en buen estado los neumáticos.
Una revisión mensual de las presiones de los neumáticos
El primer consejo para mantener en buen estado los neumáticos que encontrarás siempre es la revisión de las presiones. ¿Por qué? Por su influencia en el consumo de combustible y en la seguridad, podría sufrir subvirar y sobrevirar nuestro vehículo. Además, una presión adecuada permitirá al neumático mantener un estado óptimo. Según algunos expertos, una presión inferior a la establecida por el fabricante reduce en un 20% su duración.
¿Cuándo deberíamos comprobar la presión de nuestros neumáticos? Aunque no existen periodos fijos, lo ideal sería revisar una vez al mes las cuatro ruedas. Asimismo, si vamos a realizar viajes largos o con más peso del normal, también tendremos que revisar su presión. Pero, ¿dónde debemos hacerlo? Aunque las gasolineras cuentan con manómetros, lo mejor será acudir a un taller para tener resultados completamente fiables.
Por otro lado, el uso de tapones en las válvulas permitirá mantener la presión adecuada de los neumáticos. Los tapones que instalemos mantendrán protegidas a las válvulas de cualquier incidencia o suciedad. Aunque parezca algo anecdótico, esto también alargará la vida de las ruedas. En este sentido podremos encontrar tapones metálicos, más duraderos y ofrecen una mayor protección, y de materiales plásticos, más volátiles que los anteriores.
¡Precaución con bordillos y al salir del asfalto!
Uno de los principales inconvenientes para mantener el buen estado de nuestro neumáticos es conducir fuera del asfalto. Los modelos hechos para asfalto sufren en caminos de tierra o con gravilla. Esto no significa que tengamos estrictamente prohibido cruzar por estos senderos, al contrario. Lo recomendable es mantener una velocidad baja y no conducir de manera agresiva.
Además, no debemos olvidar limpiarlos una vez hemos acabado nuestro trayecto. Aunque no es obligatorio, si nos hemos encontrado con zonas embarradas, se podría acumular barro en el interior de las llantas. Este puede afectar desequilibrando los neumáticos y provocando vibraciones, lo que aumentaría el desgaste de las ruedas. En caso de que tengamos que circular de manera habitual por este tipo de rutas lo aconsejable es cambiar el modelo de nuestras ruedas.
Las cadenas y el desgaste de los neumáticos
Otra de las causas del desgaste puede ser el uso de cadenas en nuestras ruedas. ¿Por qué al utilizar cadenas? En primer lugar, si durante nuestro trayecto no existe una gran cantidad de nieve y superamos los 50 km/h, los neumáticos se desgastarán en exceso. Asimismo, el uso del freno en estas circunstancias también propiciará su desgaste. Por último, utilizarlas una vez hemos pasado la zona afectada por la nieve, será contraproducente. Lo ideal es parar en un sitio seguro y retirarlas lo antes posible para evitar problemas innecesarios.
Una vez hayamos vuelto al asfalto, una de las zonas a evitar y tener en cuenta son los bordillos. Lo aconsejable es intentar no golpearlos o rozar los neumáticos a la hora de aparcar. A pesar de que no tendría por qué afectarles de forma directa, nos arriesgamos a pinchazos totalmente evitables. Además, algunas veces estas incidencias no son perceptibles a primera vista y generan problemas en el interior de estos.
Conducción eficiente, reducción del desgaste del neumático
Al igual que sucede con los vehículos híbridos y eléctricos, una conducción eficiente nos permite aumentar el ahorro de combustible. En el caso que nos atañe, nuestro consejo es poner en marcha una conducción suave: acelerar y frenar de forma suave y progresiva, y tomar las curvas con tranquilidad. Además, si sumamos el primer punto de este artículo (una presión adecuada), aumentaremos la utilidad de las ruedas.
A la hora de ir a nuestro destino debemos dejar de lado nuestra versión de competición. Esto supondrá tener en consideración la vida de nuestros neumáticos y, más importante aún, nuestra propia seguridad. En resumen, la relación entre un modo de conducción agresivo y la vida útil de las ruedas es un amor imposible.
Cambiar los neumáticos de su eje
El cuarto consejo que os damos es cambiar las ruedas de eje para que el desgaste de estas sea más regular. ¿Qué significa esto? Pasar los neumáticos traseros a la parte delantera y viceversa. De esta forma, conseguiremos mantener un estado regular de estos. Aunque dependerá del modelo de nuestro vehículo, se recomienda hacer este cambio de eje entre los 10.000 y 15.000 kilómetros. Además, este intercambio lo podemos realizar nosotros mismos, aunque si no estás convencido de tus dotes como mecánico en cualquier taller podrán guiarte.
Normalmente, los neumáticos delanteros sufren un mayor desgaste, ya que la parte posterior no suele llevar tanto nivel de carga. Asimismo, un desgaste excesivo puede hacer que nuestros neumáticos pierdan sus propiedades de adherencia. Un detalle para tener en cuenta es que siempre deben cambiarse trasera izquierda por delantera izquierda y lo mismo con la parte derecha.
Mantener la dirección bien alineada
A pesar de seguir a rajatabla los anteriores cuatro consejos, este último no es el menos importante de los cinco. ¿Por qué? El mantener la dirección de nuestro bien alineada permite que el desgaste de las ruedas sea prácticamente regular. Esta incidencia puede producirse con un bache fuerte o cuando golpeamos o subimos nuestro coche en un bordillo.
Pero, ¿qué pasa si nuestro dirección no está correctamente alineada? En resumen, con el tiempo, nuestras ruedas tendrán un desgaste irregular, lo que no permitirá mantener un control de su estado. Además, una de las consecuencias serán vibraciones en el volante, lo que también tendrá como resultado un desgaste irregular. En cualquier caso, estos problemas mecánicos deberemos resolverlos con inmediatez en el servicio técnico más cercano.
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