Los fallos más comunes al pasar la ITV
Los fallos son un factor común a la hora de pasar la ITV. La prevención es la mejor opción para que esto no te pille por sorpresa y evites sanciones.
La ITV puede resultar ser un suplicio para mucha gente que comete fallos a la hora de enfrentarse a ella por desconocimiento. En 2017 el 15% de los coches suspendieron en España al ser considerados no aptos para su circulación. Según los últimos datos, la cifra más llamativa se encuentra en Asturias, donde la tasa de coches rechazados llegó a ascender al 33,2%.
Este examen es obligatorio para todos los coches cuya antigüedad sea superior a los cuatro años. No realizar la ITV puede conllevar sanciones desde 200 euros. Si en la inspección se encuentran defectos muy graves, el coche sólo podrá moverse siendo remolcado por una grúa, en caso de hacerlo sin esta la sanción asciende a 500 €.
Hoy hablaremos de los errores más comunes que se producen para que puedas prevenirlos:
Emisiones contaminantes:
En los últimos años, este es uno de los puntos al que más atención se le presta durante la revisión. La mayoría de los coches que circulan por nuestro país son bastante antiguos, por lo que este problema se ha visto multiplicado cada año que pasa. Además, en los coches diésel se mira también el nivel de opacidad.
Para prepararse de la mejor manera posible, en este caso concreto, la única posibilidad que tenemos es fijarse en pequeños detalles. Un buen indicativo es que el coche se cale muy a menudo, el cual es normalmente producido por un fallo en la sonda lambda. En el caso del diésel, si el vehículo echa mucho humo negro cuando aceleras, lo más probable es que no superes la prueba.
Este problema representa el 21,5% de los defectos graves.
El estado de los Frenos
En la ITV se tienen en cuenta muchos aspectos de los frenos. Lo fundamental es intentar evitar los fallos más serios, como son, la fuerza de frenado progresiva, poca eficacia del freno de mano, un recorrido del pedal demasiado largo, frenos con efecto retardo o líquido de frenos insuficiente. La mejor forma de prevención es fijarse en ciertos detalles como disponer de un pedal muy blando o muy duro, o por ejemplo asegurarse de que el color del líquido de frenos no haya obtenido una tonalidad demasiado oscura.
Este fallo representa el 9% de los defectos graves.
Estado de la carrocería
El exterior del coche también es un factor importante en esta prueba, y, al mismo tiempo, la más fácil de prevenir. Elementos como retrovisores o matrículas son puntos clave que debes revisar. La mejor manera de prevenir este problema es evitar llevar un coche con golpes graves, aristas afiladas, etc. En caso de que el parabrisas o los retrovisores hayan sufrido algún impacto, no deben crear problemas de visibilidad para el conductor. Respecto a la matrícula asegúrate de que disponga una buena claridad y que no esté colgando o esté mal posicionada.
Este fallo presenta el 6,5% de los defectos graves.
Ruedas, neumáticos, eje y suspensión
Esta es una parte crítica del examen donde muchos conductores fallan. En el caso de los neumáticos, no es suficiente con que cuenten con una profundidad superior a 1,6 mm, otros defectos como estar mal montados o no estar homologados o incluso si son diferentes en un mismo eje o si tienen bultos o deformaciones y grietas, pueden suponer el suspenso de la revisión. Las ruedas, por otro lado, deben contar con todos sus tornillos y tuercas y no pueden tener golpes o defectos que generen pérdidas de aire.
La mejor forma para prevenir disgustos es comprobar el estado de los neumáticos y mantenerlos a la presión recomendada por el fabricante. Revisar los amortiguadores en el taller tampoco es mala idea, especialmente si el coche ha superado los 100.000 kilómetros. Revisa también que los guardapolvos no estén húmedos ni sucios.
Este fallo presenta el 21,5% de los defectos graves.
Luces y señalización
Las luces es uno de los elementos que más multas provocan a los conductores. Muchas veces no nos damos cuenta de que tenemos una de estas fundida hasta que ya es tarde. Los defectos más graves que se pueden dar en la ITV en este campo son variados. No correcto funcionamiento de las luces de carretera, alguna de las luces de cruce, mal funcionamiento de las luces antiniebla, en especial las traseras, fallo en las luces de marcha atrás, las señales de freno, los intermitentes, la luz de la matrícula… En definitiva, se han de tener todas las luces en buen estado.
La prevención es evidente, comprueba con ayuda de un amigo que todas las luces de tu coche en todas las funciones funcionen correctamente para ahorrarte problemas. Proyectar las luces contra una pared de noche, o a oscuras, es una buena manera de comprobarlo.
Este fallo representa el 27% de los defectos graves.
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