Lexus NX 300h F-Sport, prueba y opinión

Esta semana en la sección de pruebas de Highmotor hemos puesto a prueba a uno de los modelos más atractivos de Lexus.

El NX300h llegó hace aproximadamente un año a nuestro mercado, y ya se ha convertido en uno de los baluartes de la marca. Nosotros lo probamos en su versión más deportiva, la F-Sport.

Diseño exterior

En Lexus hace ya tiempo que tomaron la decisión de dejar de lado el aburrimiento y las líneas conservadoras en sus diseños. Como parte de esa apuesta, los japoneses han decidido dotar de una fuerte personalidad a todos sus diseños, tanto para bien como para mal, y el NX no es una excepción.

El pequeño SUV premium llama la atención allá por donde pasa, y más esta versión F-Sport con este color tan brillante, las llantas de 18″ y los detalles en color negro lacado. Se mire por donde se mire, el NX no muestra un trazo soso o descolgado, absolutamente todas las líneas tienen forma, y la mayoría, también función.

Si quieres pasar inadvertido…busca otro SUV

El frontal del NX ofrece personalidad a raudales. La parrilla es ya marca de la casa, de gran tamaño y con forma de flecha. Además, en la versión F-Sport la moldura interior tiene forma de panal de abeja. El logo de la marca también tiene un tamaño «generoso», escondiendo tras de sí el radar de los sistemas de control de crucero y pre-crash.

Los faros delanteros están divididos en dos partes, siempre con formas alargadas. En la parte superior, en esta versión tres módulos LED (de nuevo con forma de L) que se encargan de la iluminación de cruce y carretera, iluminación de buena calidad tanto en cantidad como en intensidad, mientras que la inferior, una pequeña tira hace las funciones de luz diurna e intermitente, de nuevo mediante tecnología LED. En la parte inferior del paragolpes, situados en los extremos, encontramos los antinieblas, también LED.

El lateral de la carrocería muestra mucha personalidad gracias a la profusión de pliegues y aristas. Las formas angulosas conforman una imagen robusta, ayudadas por pasos de rueda con forma rectangular con el reborde en plástico negro granulado, tendencia que recoge también la nueva generación del RX, que probamos hace unas semanas en Lisboa. Las llantas de esta versión, de 18″, tienen un diseño específico y van pintadas en antracita.

La parte trasera del NX sigue la tendencia angulosa del resto de la carrocería. Los grupos ópticos son parte fundamental en el conjunto de la zaga. Utilizan tecnología LED para algunas indicaciones, aunque otras como los intermitentes aún utilizan bombillas incandescentes, ofreciendo una sensación algo «anacrónica». El paragolpes trasero incluye los catadióptricos, pero esconde las salidas de escape, algo habitual en los híbridos de Lexus.

Las medidas del NX se encuentran en la media del segmento, con una longitud de 4630 mm, una anchura de 1845 mm y una altura de 1645 mm. La distancia entre ejes es de 2660 mm. Es la misma longitud que un Audi Q5, 30 mm inferior a la de un BMW X3, 10 mm inferior a la de un Volvo XC60.

Diseño interior

Para el interior, Lexus ha optado por continuar con la tendencia del exterior. El lenguaje de diseño de la carrocería lo encontramos transportado en el salpicadero, con líneas muy fluidas allá donde miremos. Podemos encontrar alguna similitud con el interior del IS, la berlina más pequeña de la marca, aunque la evolución es clara.

Los chicos de Lexus han diseñado un salpicadero en dos alturas, diferenciando claramente una de la otra. Por un lado tenemos la parte superior, que generalmente no tocamos pero sí miramos. La parte inferior es la normalmente utilizamos, y es donde en el NX se aglutinan los mandos, botones e interruptores.

La calidad de realización es, como en cualquier Lexus, más que buena. Los materiales utilizados son todos de muy buena calidad, con un tacto agradable allá donde posemos la mano. Encontramos plásticos acolchados en todo el salpicadero, así como en la parte superior de las puertas. Además, algunas partes están forradas en cuero, como los apoyabrazos de las puertas o la consola central, que mejoran aún más la percepción de calidad.

No faltan algunos detalles curiosos como la utilización de algunos tornillos grabados, idénticos a los que Lexus utilizó para el interior del LFA, el superdeportivo de la marca. Los asientos, con formas más deportivas al ser la versión F-Sport, son realmente cómodos, agarran bien el cuerpo, cuentan con ajustes eléctricos y, además, calefacción en tres niveles.

El volante es el habitual de la marca, así como la instrumentación, similar a la del IS. No falta tampoco la pantalla central, en posición elevada, donde visualizamos todos los sistemas de entretenimiento del vehículo, así como el navegador y el climatizador. Sigue habiendo una cantidad elevada de botones tanto en el salpicadero como en la consola central, que pueden llegar a «marear» y que requieren un periodo de adaptación.

La iluminación interior es LED, que junto con otros detalles como el cargador inalámbrico para móvil o la «amortiguación» de los ventanillas al llegar al final del recorrido del cristal dan al NX un halo «tecnológico» muy agradable. El espacio tanto en la primera como en la segunda fila de asientos es más que suficiente para cuatro personas. La plaza central de la segunda fila es algo estrecha e incómoda debido a las formas del respaldo y a la existencia de un túnel central en los pies excesivamente ancho.

Los asientos traseros también cuentan con regulación de la inclinación del respaldo, posibilitando así un ángulo mayor que mejora el confort de los ocupantes, o uno menor que amplía la capacidad del maletero. Hablando del maletero, la capacidad mínima de carga es de 555 litros, ampliables hasta un máximo de 1600 litros. Cuenta con un doble fondo muy útil con capacidad para varias bolsas y bultos de generoso tamaño.