La próxima generación del nuevo Citroën C5 volverá como una berlina

La transformación de berlina a SUV que sufrió el Citroën C5 a lo largo de la década pasada fue, cuanto menos, sorprendente. Pasar de ser un turismo de 3 volúmenes con esquema y configuración tradicional de sedán a uno con carrocería inspirada en las siluetas de los todoterrenos más aventureros supuso un shock para muchos aficionados a la marca. Pero los datos mostraban una tendencia crítica a la baja de las ventas del turismo que tuvo que ser reinventado hacia un grupo cuyo crecimiento experimentaba un incipiente  ascenso, algo que aún se mantiene.

Lejos de ser una excepción habida y por haber, recordemos las mutaciones que sufrió el Peugeot 3008 monovolumen hasta transformarse en el actual Peugeot 3008 SUV, más las que, posiblemente transformen el concepto que tenemos del Renault Mégane hacia la generación de 2023 pueden ser muestra de que, el nombre de un modelo puede ser mancillado sin remordimientos por una marca con el fin de poner en el mercado el producto deseado. Una práctica totalmente lícita poco romántica.

Sea como fuere, donde dije digo, ahora no es Diego quien dice que el próximo Citroën C5 será, de nuevo, un turismo sedán, sino que lo hace, nada más que Laurence Hansen, responsable de producto en Citroën.

Sin ocultar los planes sobre la nueva evolución o vuelta a los orígenes del nuevo Citroën C5 este coche de nuevo cuño basará su arquitectura en la plataforma modular EMP2. A partir de ésta se ensambla el que, de nuevo, será su hermano mellizo, el nuevo Peugeot 508, lo cual da a entender qué tipo de vehículo veremos ya en 2021, como modelo de preproducción, llegando a los concesionarios, previsiblemente, en  2022.

Avanzado en 2016, confirmado en 2020 y producido desde 2021

Sea como fuere, desde Citroën no se esconde que el nuevo Citroën C5 beberá de las fuentes de inspiración del prototipo Citroën CXperience, un concept car presentado en la cita local para el fabricante, el Salón de París en 2016.

Un vehículo de exposición que, ahora, con los años, puede parecer que tuviera también similitudes arquitectónicas, sobre todo respecto del pilar B hacia el final de la zaga, con propuestas ya conocidas, como el poco apreciado Citroën C6 u otras ajenas a la firma de los chevrones como la del Porsche Panamera Sport Turismo cuya una carrocería está más próxima a una configuración shooting brake que a una berlina tradicional.

Independientemente de cuál sea el traje que luzca la nueva propuesta, lo único que parece claro es que el próximo Citröen C5 no será un todocamino, pese a quien pese, incluso a pesar de la tendencia del mercado.