Las claves a la hora de elegir un coche de empresa que tú también deberías tener en cuenta

Las ventas de coches al canal de empresas siguen su imparable ascenso. Y las claves que tienen en cuenta las empresas a la hora de elegir sus coches, también pueden ser gran ayuda para los usuarios particulares. Las repasamos en este artículo.

Durante 2017, las ventas de coches a particulares en el mercado español alcanzaron una cuota del 52,5 por ciento, creciendo un 4,2% respecto a 2016. Y el canal de empresas siguió con su imparable ascenso, subiendo un 13,3 por ciento, para situarse ya casi en el 30 por ciento. De seguir la tendencia, 2018 podría ser el primer año en el que las ventas en el canal de empresas superasen a las de particulares.

Pero, ¿en qué se fijan las empresas a la hora de elegir un coche? Lógicamente, por el tipo de utilización que las empresas hacen de sus flotas de vehículos, hay algunos aspectos que priman sobre los que suelen aparecer entre las primeras motivaciones de compra que llevan a los usuarios particulares a elegir sus coches. Aquí, por ejemplo, el diseño y cualquier otra motivación que tenga un componente pasional pasa a un tercer plano, y cobra protagonismo todo lo relacionado con los costes, el mantenimiento o la fiabilidad.

Estas son algunas de las claves que tienen en cuenta las empresas al elegir sus coches, que deberías conocer si eres un usuario particular y tienes en mente cambiar pronto el tuyo, si quieres ahorrar dinero y tiempo.

El coste de propiedad del vehículo

Los responsables de la gestión de flotas se refieren al coste de propiedad del vehículo con las siglas TCO. Es uno de los factores más importantes para las empresas, porque el coste de propiedad puede variar mucho en función del tipo de vehículo elegido, especialmente en el caso de flotas de cierto volumen.

Ten en cuenta que aquí no se incluye solo el precio de adquisición, sino también todo lo relacionado con su propiedad y utilización: desde el gasto en combustible hasta el seguro, el mantenimiento o hasta la depreciación del vehículo.

Hasta hace poco, la mayoría de las flotas de empresa se decantaba por coches con motor diésel, que tenían una menor depreciación y, sobre todo, jugaban con la ventaja de un coste por kilómetro más favorable en lo referido al consumo de combustible. Pero en los últimos tiempos esto ha cambiado.

Muchos factores influyen aquí, entre lo que cabe señalar el avance tecnológico experimentado por los motores de gasolina, la creciente oferta de versiones híbridas y la incertidumbre que se cierne sobre los diésel.

Hay que tener en cuenta que aunque el precio del combustible todavía presente diferencias entre la gasolina y el gasóleo, los nuevos motores de gasolina de última generación de baja cilindrada permiten consumos similares a los de motores diésel de potencia equivalente. Y en el caso de los coches híbridos, a la ventaja en consumo hay que añadir la del mantenimiento. Hay estudios que confirman que el ahorro de un coche híbrido puede cifrarse en torno a un 17 por ciento en 90.000 km, al contar con menos elementos mecánicos sometidos a desgaste.

Toyota, una de las marcas que más coches con tecnología híbrida-eléctrica tiene en circulación, y con una de las gamas más amplias del mercado de coches híbrido-eléctricos, nos cuenta aquí cuánto cuesta mantener un coche híbrido.

Imagen y calidad

Un gestor de flotas persigue que el coche sea fiable, que esté bien construido para que no se rompa. Por ello las empresas suelen tener en cuenta todos los índices de fiabilidad que marcan los estudios más prestigiosos y consolidados.

Entre ellos, el JD Power americano, o los estudios que se publican en Alemania realizados en base a macro encuestas a propietarios. En el caso de España, también cobra importancia el estudio que suele realizar al OCU, analizando las averías registradas por los vehículos en los últimos doce meses. Estas recopilaciones de datos pueden ayudar también a un usuario a elegir su coche, si bien hay que tener en cuenta que  la fiabilidad tiene un fuerte componente de cómo el conductor cuida y mantiene su vehículo.

Otros informes basados en la percepción que el público tiene de cada marca o de cada vehículo, como los que realiza Forbes o Interbrand, también son de especial interés para las empresas, quizás no tanto para los particulares.

Tasa de utilización

Para una empresa, cada día no programado que uno de sus coches pasa en un taller es dinero perdido. Un informe de Lease Plan revela que la estancia anual en el taller para intervenciones de mantenimiento de un vehículo es, de media, de 1,95 días. Los coches que rebajen esa cifra son un claro indicador de la fiabilidad del vehículo y del buen funcionamiento del servicio postventa. Estas son las cinco marcas que mejor comportamiento tienen en España, según ese mismo estudio:

Además, para las empresas, y también cada vez más para los particulares, entra en juego en este sentido otro factor desde hace apenas un año: las restricciones a la circulación por episodios de circulación. En España, el 65% de las empresas se concentra en apenas cuatro provincias: Madrid, Barcelona, Valencia y Alicante. No poder circular en estas zonas urbanas resultaría un hándicap.

Cobran ventaja aquí los coches con etiqueta 0 y etiqueta ECO de la DGT. Los coches eléctricos, híbridos, híbridos enchufables y los propulsados por GLP y GNC cobran ventaja. Las empresas pueden seguir utilizando sus coches cuando existen restricciones al tráfico, y además también es una cuestión de imagen, al tratarse de coches más respetuosos con el medioambiente.

Servicio Postventa

Para un gestor de flotas resulta clave que sus coches estén a punto en el menor tiempo posible. Y uno de los factores a la hora de decidirse por una marca u otra es que el servicio de postventa del fabricante de sus coches responda.

Además de ofrecer coches de sustitución, algunas marcas cuentan con un servicio de taller que prioriza a estos clientes, con una recepción inmediata del vehículo (incluso con mantenimientos Express).

Para un usuario particular, asegurarse el mejor servicio postventa puede llegar a ser tan importante como para una empresa. Y aquí es importante tanto el número de puntos de asistencia técnica de la marca elegida, como los servicios ofertados, que pueden ir desde coche de sustitución, facilidad para concertar cita previa o planes de mantenimiento programados.

Financiación

A la hora de adquirir su coches, las empresas pueden elegir diferentes tipos de financiación. En este caso es poco habitual la compra del vehículo mediante pago al contado, salvo casos excepcionales y en empresas pequeñas. Lo normal es que las PYMES recurran a una financiación que se adapte a sus necesidades para tener el vehículo en propiedad y poder pagarlo cómodamente.

Con los usuarios particulares sucede lo mismo, y cada vez es más frecuente acogerse a las fórmulas de financiación que ofrecen las marcas. Ahora incluso existen interesantes  modalidades como Toyota Pay Per Drive, que permiten al cliente particular acceder a un coche según sus necesidades, mediante el pago de una cuota mensual por un período entre 2 o 4 años, y con la posibilidad de cambiar el vehículo por uno nuevo a la finalización del contrato.

Renting y leasing

Para las grandes empresas, con flotas de un tamaño considerable, es prácticamente la única opción a tener en cuenta. Aunque la propiedad del vehículo sea de la compañía de renting, ellos también se encargarán de mantenimiento del vehículo y de otros gastos como el seguro, liberando a la empresa cliente de esas preocupaciones.

Eso sin contar las ventajas fiscales que presenta o la opción de un renting flexible, que se adapta en cuanto al plazo o kilometraje.

Otra opción que gana cada vez más protagonismo entre las PYMES es el leasing. En este caso, la principal diferencia con el renting es que existirá una opción de compra al finalizar el periodo de alquiler. También cuenta con ventajas fiscales, aunque los costes del mantenimiento del vehículo correrán a cargo de la empresa que lo contrata.

Fidelidad a la marca

Una empresa suele ser un cliente fiel y a largo plazo. Hay estudios que estiman que los particulares cambian de vehículo cada 8 años, pero las empresas renuevan su parque móvil cada 4 o 5 años, debido a su uso intensivo.

En un coche de empresa el kilometraje suele ser entre 10.000 y 15.000 km anuales superior al que realiza un usuario particular medio. Esto significa que las empresas renuevan su coches casi el doble que los particulares. Y suelen hacerlo con un índice de fidelidad hacia la marca muy grande. Según algunos estudios, superior incluso al 90 por ciento. Los motivos principales suelen ser, por un lado, el que aplicaría un particular: ¿para qué cambiar si me va bien con esta marca? Pero el segundo, que muchas veces pasa a ser el primero, es la ventajas que puede tener la empresa al premiar la marca su fidelidad en forma de descuentos, ventajas en la compra (precio de adquisición o financiación) e incluso en el mantenimiento.

Aquí, un particular también puede sacar partido, pues son muchas las marcas que valoran de forma positiva que un comprador sea ya cliente. Incluso a la hora de entregar un vehículo, se consiguen descuentos adicionales o una sobretasación del vehículo usado a sustituir que puede ser importante.