Jaguar y Land Rover trabajan en la confianza en los coches autónomos
La confianza en los coches autónomos pasa por mejorar la comunicación entre las personas y estas máquinas
La generalización de los coches autónomos hará que tengamos que cambiar ciertas rutinas como peatones o pasajeros de un vehículo capaz de circular sin intervención humana. Además, es necesario trabajar la confianza en los coches autónomos para poder gestionar, sin miedo, la implantación y expansión de los vehículos sin conductor.
Es en este aspecto en el que ya trabajan Jaguar y Land Rover junto a Aurrigo, socio tecnológico, para estudiar la manera de mejorar la comunicación entre peatones y vehículos autómatas y, por ende, perder el miedo a los coches autónomos.
Utilizando el modelo devpod fabricado por Aurrigo, se ha comprobado cómo los peatones sienten reticenencias en ciertos momentos como, por ejemplo, al cruzar un paso de peatones cuando se aproxima un coche autónomo. Los sensores que los vehículos autónomos necesitan para gestionar la información y que les permiten analizar y actuar en consecuencia, son «invisibles» ante los ojos humanos. Algo que provoca incertidumbre en el peatón ante la ausencia de información sobre la maniobra o trayectoria del vehículo.
Por eso, estas tres empresas trabajan en la manera de informar al peatón sobre los procesos e intenciones de los coches autónomos antes y durante su circulación.
En el vídeo que acompaña este texto, puedes ver de manera más que explícita cómo la tecnología desarrollada en conjunto ha instalado proyectores que indican la trayectoria del vehículo.
Generando confianza en los coches autónomos
Este proyecto se fundamenta en que, según los estudios que maneja el departamento Future Mobility de Jaguar y Land Rover, el 41 % de los peatones y conductores muestran un alto grado de preocupación ante la convivencia con los vehículos autónomos.
Estos encuestados aseguran que, conocer, de antemano, las intenciones en la trayectoria de un coche autónomo, rebaja el grado de desconfianza y alerta ante un vehículo sin conductor humano, por consiguiente, genera una mayor tranquilidad a la hora de compartir espacios como la calzada.
Desde Jaguar Land Rover, están seguros de que la clave está en el aprendizaje bidireccional entre máquinas y seres humanos, que fomentará un clima de entendimiento y confianza en los coches autónomos y de alto grado de seguridad en su implantación en tareas habituales como la del transporte de mercancías o de viajeros.
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