La industria del automóvil eléctrico señalada como cómplice en un caso de explotación infantil
Tras la muerte de 6 niños en una mina de cobalto en el Congo, varias multinacionales tecnológicas son citadas en la denuncia de las familias de los difuntos
Los nombres de Tesla, Apple Inc., Google parent Alphabet Inc., Microsoft Corp. y Dell Technologies Inc. han aparecido en la denuncia que International Rights Advocate ha hecho en nombre de 14 familias afectadas por el derrumbe de una mina de cobalto en la República Democráctica del Congo donde hasta 6 menores de edad perecieron y otros sufrieron secuelas de diversa gravedad como fueron desde pérdidas de extremidades hasta la parálisis de uno de ellos.
La organización que presentó el pasado día 15 una denuncia contra la empresa británica Glencore, encargada de la explotación de la mina de cobalto congolesa, ha señalado a la industria tecnológica y de la automoción de vehículos eléctricos por su complicidad ante esta situación donde, además de la muerte y el daño a los niños representados, pone de manifiesto la impunidad de las empresas y grupos mafiosos que extraen el mineral de los yacimientos donde, en muchos casos, se usa mano de obra infantil.
El cobalto es un mineral escaso que se utiliza en la fabricación de las baterías recargables de ion de litio y, por ende, es necesario para la fabricación desde teléfonos móviles hasta vehículos eléctricos que recurren a los acumuladores construidos a partir de estos elementos.
La industria del automóvil eléctrico señalada como cómplice
La organización se presenta en la causa como representante de 14 familias que quieren denunciar tanto la muerte de 6 menores de edad como las secuelas de otros pequeños que han sufrido daños y secuelas como la situación que se vive en la República Democrática del Congo donde, debido a la extrema pobreza, las familias se ven obligadas a permitir que los más pequeños abandonen la escuela a edad temprana y trabajen en entornos de riesgo, como es la minería donde.
Un sector que, en países con regímenes al margen del respeto a los derechos más fundamentales como son el de a la vida y a la educación, el tamaño de estos menores trabajadores y la limitación sobre el riesgo que corren, les señala como mano de obra muy apreciada. Una labor que se salda con un sueldo inferior a 2 euros al día, por eternas jornadas de lunes a sábado.
La organización estadounidense que trabaja en favor del cumplimiento y respeto a los Derechos Humanos, International Rights Advocates quiere poner de manifiesto que, el desconocimiento o la falta de escrúpulos pueden ser argumentos para mantener y apoyar ni a empresas que toleran la explotación infantil ni tampoco a gobiernos que no solo ignoran la situación sino que la apoyan de manera implícita.
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