Impresoras 3D: ¿cuál es su uso en la automoción?
Las impresoras 3D es un medio de recrear mediante el uso de todo tipo de materiales, objetos reales completamente idénticos. Así como antes se imprimían los textos con total precisión, ahora los objetos podrán hacerlo también, pero, ¿Qué uso se le puede dar en el sector de la automoción?
La tecnología 3D realmente llama la atención de la gente, de hecho, a lo poco que se indaga, parece que si dispones de la impresora correcta y los materiales, podrías ser capaz de recrear prácticamente cualquier cosa.
Imaginar que fuésemos capaces de crear el coche de nuestros sueños, cada detalle, sus piezas, en definitiva, el coche que siempre te habías imaginado, y que además no es un videojuego, sino que es real, palpable y funciona.
Todo esto podrá hacerse realidad en el futuro cuando la tecnología 3D avance hasta el punto de llegar a ofrecer este tipo de soluciones.
Lo más impresionante de las impresoras 3D, quizás sea el hecho de que su funcionamiento es muy similar al de una tradicional, parece como algo que
la gente no pueda entender, ya que un dispositivo genera escritura en papel y otro cualquier tipo de objeto.
El problema real es que es una tecnología realmente joven y cara que todavía está muy lejos de llegar a los hogares de la gente, pero que sin embargo, muestra un auténtico potencial.
Dentro del sector del automóvil, son pocas las compañías que utilizan este tipo de tecnología para fabricar piezas o para su sistema de producción, sin embargo, algunas como BMW, ya llevan años utilizando esta tecnología, de hecho el fabricante alemán la utiliza desde 1991.
Sin embargo, Strali es el mejor ejemplo del uso de esta tecnología, ya que hablamos de un coche fabricado en su totalidad mediante el uso de una impresora 3D, la cual, por cierto, tan sólo llevó un total de ¡44 horas en realizarse!.
Pero, ¿cómo funcionan exactamente?
De forma resumida y que todos podamos entenderlo sin ánimo de ser excesivamente técnicos, la impresora se encarga de escanear una pieza para realizar un modelo 3D en el ordenador.
Tras esto, la impresora recrea la pieza en base a la del modelo 3D que ha captado el ordenador, la cual por supuesto, puede ser modificada por el mismo para cambiar ciertas características. La figura se recrea a través de finas láminas de metal pulverizado.
Por supuesto, una de las mayores utilidades de esta tecnología es el poder crear figuras u objetos generadas a través de ordenador, o prototipos y piezas totalmente diseñadas desde cero.
La personalización será una de las grandes aplicaciones que llegará a tener una impresora 3D a nivel doméstico. Por poner un ejemplo, una persona puede querer tener una empuñadura específica para la palanca de cambios de su coche, la cual tenga el diseño del casco de IronMan, pues gracias a esta impresora, podrás diseñarlo tu mismo e imprimirlo o descargar e imprimir diseños de gente de todo el mundo.
En el mundo del automóvil, se puede ver una clara utilidad especialmente en el mercado de coches clásicos. Las piezas de estos son realmente antiguas y hace mucho tiempo que no se comercializan, sin embargo, si se consigue diseñar tal cual son, podrás de manera casera restaurar ese clásico que lleva tantos años cogiendo polvo.
Sin duda, una tecnología realmente interesante y con infinitos usos y potencial, eso sí, por el momento demasiado cara, así que como todo, habrá que esperar a que se normalice.
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