Honda Civic Type R 2.0 I-VTEC Turbo: Diversión asegurada
El Honda Civic Type R no deja frío a nadie. El motor es salvaje, la caja de cambios sensacional y el bastidor… una referencia para el resto del mundo.
El Honda Civic Type R no es el más discreto, ni el más silencioso. No es el que menos gasta, y posiblemente no sea el mejor equipado… pero es un sueño de coche. Escucho comentarios que apuntan a lo excesivo de su diseño, los alerones y todo eso, incluida la triple salida de escape y el descomunal alerón. Amén de las branquias y otros apéndices que algunos no saben ni entienden porque están allí. A mi este Honda simplemente me encanta. Me parece una obra de arte, una arquitectura peculiar, multiforme y extra deportiva, casi la caricatura de un deportivo dibujada sobre el papel, no por un niño, por grandes expertos en aerodinámica.
La carrocería del Type R: mucho más que diseño
La sobrecargada estética del Honda Civic responde a cuestiones puramente estéticas… y también aerodinámicas. Porque a determinada velocidad, sus apéndices aerodinámicos, muchos visibles y otros no tanto –como el carenado de los bajos– son capaces de sumar determinantes kilos de “down force”, fuerza que el aire genera empujando el coche contra el asfalto. Esto genera mayor estabilidad en el paso por curva y aplomo a alta velocidad.
En el exterior hay rasgos contundentes que le dan un aire extremadamente deportivo y responden a su compromiso aerodinámico, como las llantas de 20 pulgadas o el deportivo alerón trasero.
Por eso hay enormes entradas de aire, spoilers inferiores, branquias en los pasos de rueda y un aparatoso alerón posterior. Y es que no sólo del motor vive el Honda Civic Type R. También de una imagen inconfundiblemente deportiva y un bastidor ideal para dar rienda suelta al placer del pilotaje, el de las carreteras secundarias o el de los track days. Un coche lleno de detalles racing que a su volante nos transmite fuertes sensaciones. Similares a las que proporcionaba aquel 1.6 VTEC con 160 CV… la mitad que este con 320 CV. Aquel, un motor sensacional que fue algo así como la semilla de este, un motor emocionante y explosivo de otra época, ahora completa y contundentemente superado por este gracias a la magia del turbo.
Ya, ya… algunos puristas se estarán haciendo cruces ahora. Donde el mágico motor atmosférico VTEC de distribución variable con su mágico cambio de rendimiento, gritos incluidos, desafinados o acordes, procedentes del motor a alto régimen de giro nos proyectaban con pasión al frente. Ahora, la más sofisticada tecnología de distribución variable asociada a la más contundente gestión electrónica del turbocompresor permite disfrutar a cualquier régimen de la mejor respuesta de uno de los motores más llenos y deportivos que hay a la venta.
Con poco menos de 1,4 toneladas y 320 CV a 6.500 rpm, las reacciones del Civic Type R son brillantes y casi brutales. En especial gracias a la eficacia de una caja de cambios manual de seis velocidades que goza de una exquisita selección en sus desarrollos. Su manejo espectacular por su precisión, quizás solo al alcance de las cajas de cambios más deportivas desarrolladas específicamente para el mundo de la competición. Incluido la sofisticado sistema de control electrónico, que cuenta con el sistema de automático de punta tacón para la inserción de la marcha en el momento óptimo de régimen de giro. Manejada con decisión es tan rápida como la de los mejores coches de competición. Y si mantenemos la aceleración, las caídas de régimen son mínimas. Gracias a ello se consigue un rendimiento sobresaliente con un 0 a 100 km/h para el que son suficientes 5,8 segundos. Semejante rendimiento, es casi de récord en el segmento.
Perfecta puesta punto
Muy a favor del Civic hay que decir que el bastidor es sobre todo divertido y eficaz. Porque con semejante potencial y sin recurrir a la tracción total es capaz de transmitir al suelo todo el potencial del motor para sacar un extraordinario rendimiento. Eso sí, dispone de un diferencial Torsen de deslizamiento limitado que es la clave de su eficacia.
El freno de mano es electrónico y de botón… cómodo y con todos los automatismos propios de la época, pero los más deportivos habrían querido una tradicional palanca.
El Civic Type R, con una precisa dirección de asistencia eléctrica de dureza variable en función del modo de uso seleccionado, y una contundente monta de neumáticos sobre llantas de veinte pulgadas, transmite una gran cantidad de información al conductor. En todo momento sabes por dónde va el coche y las reacciones que está teniendo. Su eficacia anima a atacar sobre el acelerador, y para conseguirlo es determinante contar con una gran potencia en los frenos, con discos ventilados y perforados de 350 mm equipados con pinzas Brembo de cuatro pistones. Garantizan frenadas ilimitadas con una mordiente que clava el tren delantero solo con insinuar la intención de frenar.
El Civic Type R ofrece tres modos de conducción o uso: “Comfort”, “Sport” y “+R”. La variación entre cada uno de ellos afecta a la electrónica del motor, la dureza de la amortiguación y la asistencia de la dirección electrónica. Más duro o más suave, y en la posición más deportiva, como es lógico, anulando todo el apoyo electrónico de control de tracción y estabilidad. No hay que olvidar que este coche es capaz de rodar en 7 minutos y 43,8 segundos en Nürburgring… pero ese record no está al alcance de todas las manos, solo de las más expertas. Aquí tienes más información sobre otros records del Honda Civic Type R en distintos circuitos de competición.
Sabor a competición
El Civic Type R es de esos coches que enamora por su forma de andar, pero además tiene un gran encanto por su estética, y en este caso por su fuerte personalidad, tanto por dentro como por fuera. En el exterior, gracias a su cuidada aerodinámica, se añaden spoiler, bajos y alerón posterior que consiguen el importante efecto diferenciador frente al resto de los modelos de la gama. Y si por fuera resulta muy atractivo al impacto visual, por dentro es un placer por el concepto racing de sus asientos. Los grandes bacquets tapizados destacan tanto por la sujeción que proporcionan como por las costuras y bordados del logotipo “Type R”.
La ubicación del cambio, con su pomo en aluminio y su exquisito manejo, nos recuerda a los WRC del mundial de rallyes. Y el cuadro de mandos, con tanto diseño, posibilidades de personalización y la casi infinita cantidad de información ofrecida, es toda una obra de ingeniería digna de estudio.
Galería de imágenes Honda Civic Type R
Fotos: Pedro Morera y Honda.
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