Gordon Murray T.50: así es el sucesor del McLaren F1
El Gordon Murray T.50, sucesor del McLaren F1, se deja ver por primera vez. Motor V12, peso inferior a los 1.000 kg, tres plazas… y un diseño impresionante para un supercar que podría costar más de 2 millones de euros.
Por fin tenemos una imagen oficial del nuevo Gordon Murray T.50, el supercar que está llamado a ocupar un hueco en la historia como sucesor de uno de los deportivos de calle más idolatrados de todos los tiempos, el genial McLaren F1 de los años 90.
Hasta ahora sabíamos poco de este nuevo deportivo de altas prestaciones. Aunque ya se había desvelado su nombre, que tendrá 3 plazas (como el F1 «original») y que llevaría un motor V12 atmosférico. Ahora, junto a la primera imagen, llegan nuevos datos sobre sus características técnicas. Y promete. Aunque los afortunados que puedan permitirse uno tendrán que tener paciencia: las entregas comenzarán en enero de 2020.
Motor V12 atmosférico con 650 CV
La estructura monocasco del T.50 es una de las claves para un bajo peso final, que se queda en apenas 980 kg. En posición central trasera se encuentra el corazón del T.50, un V12 atmosférico de 3.994 cm3 formado por Cosworth, que entrega una potencia máxima de 650 CV y un par máximo de 450 Nm.
No parecen cifras impresionantes, especialmente si las comparamos con otros superdeportivos que recurren a la sobrealimentación o a la hibridación. Aunque el T.50 podría considerarse un Mild-Hybrid. De hecho, utiliza un sistema eléctrico de 48 voltios, con un motor de arranque que hace las veces de alternador, conectado al cigüeñal. Además de suministrar potencia adicional al motor de combustión cuando se demanda una máxima aceleración, este sistema permite asegurar la energía eléctrica necesaria para el funcionamiento de lo realmente novedoso del T.50, su aerodinámica.
Aerodinámica activa y ventilador trasero
Este apartado es en el que el T.50 aporta una auténtica revolución, y se desmarca de cualquiera de sus rivales. Gordon Murray recurre nada menos que a una solución que se estrenó con éxito en la Fórmula 1 a finales de los años 80, y que rápidamente fue abolida por la normativa. ¿Adivinas quién fue el diseñador de aquel Brabham BT46B?
Como aquella genialidad de Murray, la aerodinámica del T.50 se basa en el funcionamiento de un ventilador situado en la parte posterior que tiene como principal misión la de ayudar a crear un efecto suelo que, literalmente, mantiene pegado el coche al asfalto a alta velocidad. Para conseguir un efecto parecido, otros coches tienen que recurrir a enormes alerones.
El T.50 luce un diseño totalmente limpio, aunque en la parte trasera también tiene dos pequeños «aerofoils» activos, que contribuyen a la hora de generar carga aerodinámica, cuando es necesario.
Según su creador, Gordon Murray, el T.50 cuenta con la aerodinámica más efectiva vista en un coche de calle.
Lógicamente, el funcionamiento de este sistema ha sido ensayado en el túnel de viento. Más concretamente, en colaboración con el Racing Point Fórmula One Team –anteriormente Force India–, en Silverstone. El diámetro del ventilador es de 400 mm, y se encarga de acelerar el flujo de aire que pasa por debajo del vehículo, aunque también tiene su importancia como elemento de refrigeración del V12.
Su funcionamiento es totalmente automático, si bien el «piloto» podrá elegir entre un modo «Auto» o entre los modos «Alta carga aerodinámica» y «Crucero», además de un modo especial «Alta velocidad» que no sólo modifica la aerodinámica en consecuencia, también aporta un extra de 30 CV de forma momentánea durante 3 minutos, gracias a una especie de KERS, con un motor eléctrico acoplado al cigüeñal y que utiliza el sistema eléctrico de 48 voltios.
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