El futuro de los motores de Porsche, condicionado por la próxima Euro 7
No es un secreto que la industria del automóvil pasa por una etapa crítica. No solo por la inesperada pandemia de Covid-19 que sacude y sacudirá en un futuro inmediato los cimientos sino que, las cada vez más restrictivas normas que favorecen la calidad del aire y restringen las emisiones de gases tóxicos y de […]
No es un secreto que la industria del automóvil pasa por una etapa crítica. No solo por la inesperada pandemia de Covid-19 que sacude y sacudirá en un futuro inmediato los cimientos sino que, las cada vez más restrictivas normas que favorecen la calidad del aire y restringen las emisiones de gases tóxicos y de efecto invernadero ahogan más a los fabricantes que estudian sin demora soluciones que adapten sus producciones a la normativa, es el coche de los motores de Porsche y la nueva norma Euro 7.
Y quien, en esta ocasión ha hablado con claridad sobre el desafío que este entorno supondrá para una marca icónica y un modelo tan imprescindible en la historia de la automoción como es el 911, el vicepresidente de modelos, Frank-Steffen Walliser .
En su encuentro con la prensa australiana respecto de la presentación de las nuevas versiones del Porsche 911 992 Targa, Walliser, una de las personas con mayor peso en el organigrama actual de Porsche, ha hecho unas interesantes declaraciones.
El desafío Euro 7
Y es que la entrada en vigencia desde el año 2026 del nuevo protocolo Euro 7 ya está poniendo a trabajar a los equipos de ingeniería que tienen ante sí el problema de enfrentarse a unas restricciones jamás vistas hasta ahora.
Según Walliser, el nuevo protocolo «es muy difícil de cumplir» debido a que serán pruebas que evaluarán en condiciones más parejas a situaciones de conducción reales las emisiones. Esto obligará a la industria a reinventarse, de nuevo.
Si bien pasamos por un momento en que la reducción de la cilindrada, el conocido como downsizing implica también una reducción en el número de compartimentos usados en un bloque motor, es una tendencia extendida, Walliser apuesta a que, antes de 2026 veremos cómo los fabricantes aumentan no solo sus cilindradas sino también sus cilindros. Apuesta a que, los constructores pasarán de «cuatro a seis y de seis a ocho cilindros,» aumentando, de media, en un 20 por ciento la cilindrada.
Otra de las soluciones a las que recurrirá la industria es al apoyo masivo del turbo.
Si bien es algo que ya ocurre en la industria en general, Porsche ha sido uno de los fabricantes en asociar sus tradicionales motores de 6 cilindros en disposición opuesta a sistemas de turboalimentación, algo que parece condenado a extenderse irremediablemente lo que hace entender que, ejemplos como el Porsche 911 GT3 y su versión éxtrema, el GT3 RS, también acabarán asumiendo esta configuración despidiéndose de la aspiración del aire aunque esto sucederá tan tarde como sea posible, según Walliser.
Respecto de sus motores, no entiende un Porsche 911 que no recurra a un motor horizontal de 6 cilindros opuestos pero sí que asume la necesidad del turbo y la despedida a los bloques atmosféricos, sí o sí.
Además, la aplicación de sistemas de reducción catalítica más intensos parece otro de los factores claves para que los motores Porsche puedan cumplir las exigencias Euro 7.
«No imagino un Porsche 911 eléctrico»
Lo que no entra en los planes de Walliser es un ‘nueve-onde’ eléctrico y lo dice sin tapujos ya que, por naturaleza, este coche nace para emocionar y, según sus palabras, no es capaz de entender un Porsche 911 que limite o prescinda de provocar emociones en su conducción como la que se deriva del sonido de su motor alimentado por gasolina.
Fabricar un «911 eléctrico sería demasiado» para él y también para aquellos clientes que no solo adquieren un único 911 a lo largo de su vida sino que son poseedores de varias unidades variadas. Y estas declaraciones las hace un tipo que ha sido también responsable del departamento de Motorsport y GT Road, todo un petrolhead.
Apuesta por que Porsche es capaz, como ha demostrado con el Porsche Taycan, de construir vehículos de nuevo cuño deportivos y eléctricos pero no entra dentro de sus planes sacrificar la historia del Porsche 911, que, como vicepresidente de producto, no es poco. No mientras haya otras opciones. Por el contrario confirma lo que ya sabemos y es que sí que habrá un modelo basado en el Porsche 718 eléctrico ya que tendría una configuración más adecuada que la del 911.
A lo que sí que da cabida es a un Porsche 911 híbrido, siempre y cuando cumpla varias condiciones. Una, que no requiera cableado para su carga, por lo que podría ser un coche o bien híbrido autorrecargable o bien híbrido recargable mediante suministro inalámbrico y sin que suponga un lastre excesivo en el peso total del coche. Por eso, de momento, es algo en lo que Porsche no esta trabajando.
Finalmente, de las palabras de Walliser queda un compromiso con el legado de la marca y para con sus clientes «Intentaremos tener motores térmicos de combustión en los Porsche 911 durante el máximo de tiempo posible y creo que podrá ser así durante los próximos 20 años”. Así sea.
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