Frenada autónoma de emergencia: el mayor avance en seguridad desde el cinturón de seguridad
La frenada autónoma de emergencia evita más de 20.000 accidentes al año en España, y ya es considerado el mayor avance en seguridad de los últimos 40 años.
La frenada autónoma de emergencia ha sido declarada como el mayor avance en seguridad vial desde el cinturón de seguridad (implantado en España de forma obligatoria en el año 1975), según el prestigioso Thatcham Research. Este sistema frena de forma autónoma el vehículo cuando detecta que se va a producir una colisión o un atropello. De esta manera, el asistente incrementa la seguridad de dos maneras: la primera evitando muchos accidentes y la segunda reduciendo la gravedad de las colisiones que no pueden evitarse, ya que disminuye la velocidad en la que se produce el impacto. Estas son las 4 claves del asistente de frenada autónoma:
1. Funciona con radares, cámaras y sensores de última tecnología
El sistema de frenada autónoma recoge información de diversos sensores (láseres tipo LIDAR), radares (de medio y largo alcance) y cámaras para identificar posibles obstáculos delante del vehículo. Un ordenador analiza estos datos en conjunto con la velocidad y trayectoria del vehículo, para determinar si se está produciendo una situación crítica. Si el sistema determina que hay riesgo de colisión o de atropello, avisa al conductor del peligro. Si éste no reaccionase, el sistema aplicaría la máxima presión de frenado de forma autónoma.
2. ¿A qué velocidad funciona?
No hay un rango estándar de velocidad establecido dentro del cual funciona el frenado autónomo de emergencia. Lo normal es que el sistema actúe a partir de 5 km/h, para no resultar molesto en maniobras de aparcamiento. En la velocidad máxima de funcionamiento es donde hay más diferencias y los sistemas más avanzados lo hacen hasta 250 km/h, pero hay sistemas que dejan de actuar antes (150 km/h).
3. Funciona bajo cualquier condición meteorológica
El trabajo en conjunto de radar y cámara permite que el sistema funcione en prácticamente todas las condiciones climatológicas. La mayoría de las cámaras que actúan como los “ojos” de estos sistemas están instaladas en el parabrisas.
4. Alcance de hasta 250 metros y visión de 360º
El radar de este sistema tiene un alcance de 250 metros, rango de 360º y mide todos los valores relevantes (ángulo, distancia, velocidad, parámetros del material). Las cámaras más avanzadas de este sistema son “estéreo”, con un rango de medición 3D de más de 50 metros. Estas cámaras registran los objetos espacialmente, determinando su distancia, y reconocen espacios vacíos, gracias a diferentes algoritmos y el uso de la inteligencia artificial (IA). Con todo ello, son capaces de ofrecer un reconocimiento fiable de peatones, ciclistas, animales y objetos; y de leer letras y números en las señales de tráfico.
5. ¿Cuántos accidentes y tragedias se evitarían con la frenada aútonoma de emergencia?
Según la Dirección General de Tráfico, si todos los automóviles llevaran sistemas ADAS (que engloban todas las ayudas a la conducción del mercado), se produciría una reducción del riesgo de siniestro en España del 57%: hasta 51.000 accidentes se evitarían o sus consecuencias se verían mitigadas significativamente. Y según un estudio de la Asociación de Compañías Aseguradoras de Alemania GDV, un 40% de esta reducción (20.400 accidentes) de la siniestralidad es consecuencia directa del frenado autónomo de emergencia.
Según el RACC, equipar con el frenado autónomo de emergencia a todo el parque automovilístico español habría evitado más de 330 víctimas mortales anuales y casi 1.000 millones de euros en costes sociales asociados en 2014.
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