La evolución de los motores Turbo de BMW en competición
BMW celebra los 50 años de sus motores turboalimentados en competición, desde el BMW 2002 TI de 1969, hasta el actual motor del MBW M4 DTM.
Cinco décadas de motores turbo en competición. Repasamos la historia de los coches de carreras más relevantes de BMW que han utilizado mecánicas turboalimentadas, desde el primer BMW 2002 TI de 1969 hasta el nuevo M4 del DTM, sin olvidar la participación de la marca como motorista en Fórmula 1.
BMW 2002 TI de 1969: el motor M121
Fue el primero de una larga historia de éxitos. El BMW 2002 TI con el que el austriaco Dieter Quester se impuso en el Campeonato Europeo de turismos equipaba un motor 4 cilindros turbo de 2 litros que alcanzaba los 280 CV de potencia a 6.500 rpm. El turbocompresor era capaz de suministrar una presión de soplado de casi 1,8 bar, pero se limitó a 0,98 para asegurar la fiabilidad.
BMW 3.0 CSL de 1976: motor M49/4
Los ingenieros de BMW Motorsport necesitaron semanas para ensamblar el coche que debutaría en Silverstone. Y en 1976, el BMW 3.0 CSL con un motor turbo de 3,2 litros y 750 CV a 9.000 rpm ya compitió en las 24 Horas de Le Mans en 1976.
BMW 320 Grupo 5 de 1977: motor M12/12
BMW ya conseguía 400 CV de un motor de 4 cilindros con el M12/12, el propulsor que equipaba el BMW 320 Grupo 5 de Schnitzer Motorsport en 1977. Posteriormente, una evolución de este motor desarrollada por Paul Rosche y su equipo, llegó en 1979 hasta los 500 CV.
BMW M1 Grupo 5 de 1979: motor M88/2
El espectacular BMW M1 alcanzó una potencia de 1.000 CV en 1979, en su versión de competición Grupo 5. En realidad, la homologación del coche se retrasó hasta 1981, y durante esos años el M1 Procar Grupo 4 utilizaba el motor M88/1, en su versión atmosférica. Ya con especificaciones Grupo 5, el M1 pilotado por Hans Stuck se alzó con el triunfo en Norisring en 1981.
Brabham BMW (1981-1987): motor M12/13
Con la base del motor del BMW 320 Grupo 5, Paul Rosche desarrolló uno de los motores más impresionantes de la historia de la Fórmula 1. El propulsor de 1,5 litros, que en carrera generaba 560 CV en su debut en 1981, llegó casi a triplicar su potencia en muy poco tiempo. En 1982 se anotó su primera victoria en F1 con Nelson Piquet. Un año más tarde, el Brabham BMW BT52 se convirtió en el coche campeón del mundo de F1.
En este coche, el motor M12/13/1 alcanzaba 640 CV en carrera y, con una presión de soplado del turbo de 2,9 bar, su especificación para clasificación llegaba a 1.400 CV, convirtiéndose en el motor más potente utilizado hasta la fecha en Fórmula 1.
MINI WRC y BMW 320 TC WTCC (2011-2012): motores P14 y P13
BMW finalizó su etapa en la Fórmula 1 en 2011. Un poco antes, el departamento de competición desarrolló un nuevo motor turbo, basado en el 4 cilindros de producción del Mini Cooper S. Con la denominación interna P14, este motor se utilizó en el Mini Countryman WRC, y en el BMW 320 TC del Campeonato del Mundo de Turismos WTCC como P13. Con apenas 1,6 litros de cilindrada, el bloque del motor de producción recibió las necesarias modificaciones para resistir un aumento de potencia, que llegó a generar hasta 320 CV.
BMW M6 GT3 de 2016: motor P63
Otro motor de competición basado en el propulsor de serie, en este caso el P63. El V8 de doble turbo de 4,4 litros, salido de las manos de BMW Motorsport, entregaba una potencia de 585 CV. La combinación de este motor en la carrocería del M6 GT2 sigue cosechando éxitos, como la victoria en las 24 Horas de Spa.
BMW M8 GTE de 2018: Motor P63/1
Para cumplir con las regulaciones del campeonato IMSA Weather Tech SportsCar, le motor del M6 GT3 se convierte en la evolución P63/1 disminuyendo la cilindrada a 4 litros. Del total de 2.300 piezas que componen el motor, 181 son exclusivas y 770 se desarrollaron especialmente para este propulsor, que entrega entre 500 y 600 CV en función de la categoría. Se trata del motor de competición más eficiente hasta la fecha de BMW Motorsport. Entre sus grandes éxitos, la victoria en la clase GTLM en la 24 Horas de Daytona en 2019.
BMW M4 DTM de 2019: motor P48
Justo 50 años después de su primer motor turbo de competición, el DTM vuelve a utilizar motores sobrealimentados esta temporada. Y BMW retorna a sus orígenes en el BMW M4 DTM, con un potente motor turbo de 4 cilindros. Ahora, 5 décadas después, la potencia alcanza más de 600 CV, con presiones de soplado del turbocompresor de hasta 2,5 bar. Un motor que no solo es más potente que el utilizado anteriormente por BMW en el DTM. Además, es mucho más ligero, y consume menos combustible.
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