El nuevo BMW M8 doma los 600 CV de su V8 en Estoril
Motor V8 TwinTurbo con 600 CV, tracción total xDrive con modo 2WD y toda la experiencia de BMW M en la puesta a punto del chasis. El nuevo BMW M8 se prepara para llegar al mercado en 2019.
BMW ya va ofreciendo datos e imágenes en movimiento del nuevo BMW M8, aunque sean camufladas, durante su fase de pruebas y puesta a punto en el Circuito de Estoril. Y de paso, confirma lo que ya era un secreto a voces: llegará en 2019, y tendrá variantes M8 Coupé, M8 Cabrio y M8 Gran Coupé.
Con “M” de Motorsport: garantía de máxima deportividad
Nadie duda sobre el nivel de deportividad que será capaz de ofrecer el “M” más grande de la marca, si tenemos en cuenta que el nuevo BMW M8 de calle tiene un excelente punto de referencia: el M8 GTE de competición. Además, en el departamento de Motorsport de BMW saben hacer bien las cosas. Y sin abandonar la faceta elegante del BMW Serie 8 Coupé y Serie 8 Cabrio, el M8 promete diversión a raudales al volante.
Claro que un BMW M tiene que hacerse notar también desde fuera. Y para ello, el M8 se distingue por sus entradas de aire más grandes, por los faros láser de serie, y por el enorme difusor con las grandes salidas de escape en la zaga.
Pasando al lado mecánico, encontramos algo más que una simple puesta a punto de las suspensiones. Las vías son más grandes en ambos ejes, y se ha trabajado en todo el chasis para aligerar el peso y bajar el centro de gravedad, con un único objetivo en mente: conseguir una precisión superlativa. Para ello, se han revisado absolutamente todos los elementos que intervienen en la dinámica de conducción, desde las uniones de las suspensiones con la carrocería hasta la dirección electromecánica M Servotronic, los frenos, el funcionamiento de la tracción total xDrive que se estrenó en el BMW M5, la caja de cambios automática Spetronic M con 8 velocidades y la suspensión activa.
Tracción total M xDrive, con modo 4×2
La tracción total M xDrive es clave en el BMW M8 a la hora de transmitir los 600 CV de potencia del motor V8 al asfalto. Como es de esperar en un BMW M, el reparto de la fuerza prioriza siempre el eje trasero, que cuenta con un diferencial activo. Pero no falta el modo 2WD, que convierte al M8 en una auténtica “máquina de derrapar”.
También se podrá elegir, en opción, por un sistema de frenos con discos carbocerámicos de mayor diámetro en sustitución de los de acero de serie, y llantas de 20 pulgadas con neumáticos de ultra altas prestaciones.
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