El coche de incentivo, la solución de las empresas a la pérdida de poder adquisitivo
Más de la mitad de las empresas españolas utilizan el coche de incentivo como recompensa ante la moderación salarial.
La inflación en nuestro país ha aumentado un 1,6 % en 2016, mientras que los sueldos se sitúan un 18 % por debajo de la media europea. Según las previsiones, la venta de vehículos renting podría aumentar un 10 % en 2017.
Según el Observatorio del Vehículo de Empresa (CVO), el coche de incentivo se va a democratizar para convertirse en un beneficio laboral al estilo del seguro médico. El modelo de ganancia salarial moderado que impera actualmente en España parece estar contribuyendo a recuperar la figura del coche de incentivo dentro de las políticas de recursos humanos, en un intento de las empresas por compensar la pérdida de poder adquisitivo de sus empleados. Tanto es así que el 51 % de las compañías lo contempla como elemento de retribución flexible, según revela el Observatorio del Vehículo de Empresa (CVO).
Las empresas españolas siguen la estela de las europeas y buscan paliar con el coche de incentivo el impacto que tuvo en los bolsillos de los trabajadores el incremento de la inflación, que cerró 2016 con un crecimiento del 1,6 %.
En este sentido, los datos del CVO apuntan al papel motivacional que ejerce actualmente el coche de empresa en un contexto en el que España se sitúa como uno de los países con los sueldos más modestos de la zona euro, alrededor de un 18 % más bajos que la media europea.
Ante esta coyuntura, el coche de empresa está viviendo un proceso de democratización y se está equiparando a otros beneficios laborales más habituales como puede ser el seguro médico privado o los cheques restaurante.
Con este cambio de tendencia, los datos del CVO explican que las empresas hayan rebajado la categoría y motorización de los vehículos de incentivo, sustituyéndolos por modelos socialmente responsables, no sólo para racionalizar los costes de la flota, sino también para encajar con los rangos de bajas emisiones y proyectar una imagen de empresa responsable.
«El coche se ha convertido en una herramienta de la empresa para recuperar competitividad y cubrir la diferencia salarial. Sin embargo, se busca la practicidad. La crisis primero, que hizo que no estuviera bien visto en época de recortes el uso de vehículos de alta gama, y las políticas de responsabilidad social corporativa después, han conseguido que la tendencia a rebajar la categorización de los vehículos haya llegado para quedarse”, afirma el director del CVO, Manuel Orejas.
Esta tendencia y la eficiencia energética, explican que las previsiones del CVO para 2017 apunten a un crecimiento significativo de casi el 10 % en las ventas de coches destinados al renting. Por su lado, los modelos de alta gama tan sólo aumentarán un 4 %.
Vía: Newspress
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