Aprende a dibujar un Porshe 911 en 10 pasos

Michael Mauer, el director de Diseño de Porsche, nos enseña a dibujar la silueta de un Porsche 911 desde cero en 10 sencillos pasos.

No, esto no es un curso para convertirte en diseñador de coches. Sencillamente es una clase magistral de Michael Mauer, responsable de diseño en Porsche desde 2004, sobre cómo crear un boceto del icónico Porsche 911 desde cero y sin ayuda de ordenadores, simplemente con lápiz, papel y acuarelas.

No decimos que sea fácil, ni mucho menos. Pero con un poco de práctica, y limitándote únicamente a seguir los 10 pasos, estarás en disposición de repetir el proceso y dibujar tu propio Porsche 911… con el sello de Mauer, claro está.

El director de diseño de la marca alemana aprovecha para contar en la serie #GetCreativeWithPorsche algunas curiosidades. Por ejemplo, que las líneas del Porsche Taycan surgen cuando Mauer “malinterpreta” un boceto técnico del Porsche 918, y lo convierte en un deportivo de 4 puertas. O que a la hora de diseñar, una de las cosas más importantes es saber “exagerar”, al igual que hacen los caricaturistas.

En este sentido, es lógico que un coche con una fuerte identidad sea más fácil de pefilar. Como dice Mauer: “por ejemplo, considera dibujar las ruedas un poco más grandes. Visualiza el personaje que te gustaría que tuviera el coche”.

Boceto 1 del Porsche 911: las ruedas

Mauer siempre empieza sus diseños por las ruedas. Te permiten definir la distancia entre ejes y las proporciones correctas. En este caso, la propuesta parte con la idea de una llanta de 5 radios. Recuerda, la distancia entre ellas es funadamental, si sigues dibujando y la cosa no cuadra, hay que borrar y empezar de nuevo, acercando o alejando una de las ruedas.

Boceto 2: la silueta

Aquí ya se empieza a percibir de qué coche se trata. La clave es, a partir de las ruedas, construir el contorno, que el coche empiece a percibirse y a asentarse sobre el suelo. Claro que pocos coches son tan reconocibles con tan pocos trazos como el Porsche 911

Boceto 3: añadir detalles

En el paso anterior se puede haber añadido ya lo que los diseñadores llaman DLO (daylight opening), la forma que define la superficie acristalada. Si no, este es el momento, además de aprovechar para colocar detalles que den forma al paragolpes posterior o a los grupos ópticos traseros.

Boceto 4: más detalles

Como si fueran capas, se trata de ir añadiendo más detalles. Ahora hemos pasado a la parte delantera, en la que se definen los faros, la entrada de aire frontal, la forma de las puertas… Una simple curva acentúa la sensación de fuerza en la zona trasera, por encima del paso de rueda.

Boceto 5: las tres dimensiones

Fíjate cómo, simplemente algunas líneas adicionales, añaden un efecto de tres dimensiones. Son trazos de espesor variable que intentan añadir o quitar énfasis en algunas zonas del dibujo. Y se siguen añadiendo detalles, en este caso, el espejo retrovisor, la maneta de las puertas y la tapa del depósito de combustible en la aleta delantera.

Boceto 6: sombras y contrastes

Hasta el momento, Mauer nos ha mostrado cómo avanzar con un diseño “plano”, únicamente con líneas y distintos trazos. Ahora llega la hora de añadir sombras y contrastes. Para Mauer, se trata de imaginar cómo la luz nos muestra realmente el diseño de un coche. Lo hace resaltando las áreas que reflejarían la luz, en este caso la línea de los hombros, dejándolas sin pintar.

Boceto 7: añadiendo color

Llegamos a una de las partes más difíciles, pero también divertidas. Añadir color. Mauer sugiere utilizar acuarelas o ceras. Aquí ha utilizado el color azul, con un tono más claro en la parte superior y más oscuro en la zona inferior, siguiendo las sombras y contrastes creados en el boceto anterior.

Boceto 8: dando color a los cristales y a las ruedas

Dar color al vidrio es complicado, y a Mauer le gusta hacerlo apostando por el negro. Aplica la misma estrategia en este paso para las ruedas, pensando en añadir detalles y resaltar las zonas en la siguiente etapa.

Boceto 9: crear pofundidad

Del paso anterior a este, unos sencillos retoques añaden profundidad. Dividir la superficie acristalada con un leve cambio de tono da la sensación de curvatura. Las zonas oscuras del boceto anterior comienzan a dejar mostrar detalles: los brazos de las llantas, las formas de los paragolpes… Probablemente estemos ante el paso más complicado.

Boceto 10: el Porsche 911

La utilización de pintura blanca en esta fase es decisiva a la hora de resaltar las áreas clave, las zonas donde la carrocería mostraría reflejos. Usando el color y la sombra se crea la profundidad necesaria para darle al boceto final la necesaria sensación tridimensional.

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