La temeridad de un conductor de un cuatriciclo le lleva a ser detenido por la Guardia Civil
El denunciado circulaba de forma irregular y se le acusa de varias infracciones, a cada cual más peligrosa
Hemos recogido diferentes temas y artículos donde las multas por cometer infracciones han sido las protagonistas pero recalar en un mismo texto diferentes infracciones, desde las sorprendentes y variadas hasta las más peligrosas es un hito que, por desgracia, ya tiene en la figura de un conductor de cuatriciclo a su representante global en la vida real.
Se trata de un hombre de nacionalidad rumana a quien el pasado día 24 de mayo una patrulla de la Guardia Civil le dio el alto mientras comprobar que conducía por la autovía A-67 en las inmediaciones del municipio cántabro de Camargo, un cuatriciclo a motor con graves deficiencias técnicas.
Además del lamentable estado del automóvil en el que se desplazaba por una vía donde estos vehículos tienen prohibida la circulación debido a sus especificaciones y limitaciones mecánicas tienen, los agentes pudieron detectar otros indicios o, directamente, hechos sancionables.
Una suerte de despropósitos
Y es que, no solo el perceptible y visual pésimo estado de este cuatriciclo lo muestra sino que carecía del certificado de la validez ITV ni tampoco contaba con el seguro obligatorio.
Pero lo más grave de la situación, amén de los citado, es que el hombre que manejaba el cuatriciclo en cuestión mostraba claros signos de embriaguez. Al realizar los test de alcoholemia, los miembros de la benemérita obtuvieron una medición sorprendente: hasta cinco veces por encima de la permitida.
Y es que, conducir borracho, además de ser una de las multas que más puntos quitan, resulta una de las actitudes más deplorables y peligrosas al volante.
A la espera de las sanciones
En total esta persona ha sido denunciado por tres delitos: conducir bajo los efectos del alcohol, carecer de seguro obligatorio y tampoco de la pertinente Inspección Técnica de Vehículos en regla.
Se enfrenta a una pena de hasta 1.400 euros de multa y, dado que su tasa de alcoholemia se ubicó por encima de los límites permitidos podría acarrearle también pena de cárcel ya que, según el artículo 379 del Código Penal recoge que «En todo caso será condenado con dichas penas el que condujere con una tasa de alcohol en aire espirado superior a 0,60 miligramos por litro o con una tasa de alcohol en sangre superior a 1,2 gramos por litro.»
Para quienes sean declarados como culpables serán castigados «con la pena de prisión de tres a seis meses o con la de multa de seis a doce meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días, y, en cualquier caso, con la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.»
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