Cómo cuidar el turbo de un coche
El Turbo es una pieza extremadamente común en los vehículos modernos de gasóleo y muchos de gasolina. Con un correcto mantenimiento no tendría por qué ocasionar problemas.
El turbo es una pieza que habita en prácticamente todos los coches modernos. Atrás quedaron los tiempos donde lo más común era encontrarnos un motor plenamente atmosférico.
El correcto mantenimiento de esta pieza contribuirá a que su vida útil se alargue, y a fin de cuentas ahorre más de un quebradero de cabeza al consumidor.
Su función principal es aumentar la potencia del motor, recuperando parte de los gases de escape, los cuales se enfrían para después, volver a introducirse en el propulsor para incrementar así su rendimiento.
Al girar a más de 100.000 revoluciones por minuto y adquirir temperaturas de infarto, requiere ciertos cuidados para evitar complicaciones y garantizar, de este modo, su duración.
Lo hacen especialmente sensible a la temperatura del aceite. El primer consejo por tanto es nada más arrancar nuestro vehículo, no acelerar bruscamente. De este modo evitamos que el turbo coja demasiada temperatura antes de que el aceite pueda lubricarlo correctamente.
Otro consejo fundamental sería no apagar el coche inmediatamente tras realizar un largo viaje o desplazamiento. Esto podría motivar a que el gran calor del componente acabe quemando el aceite.
Por tanto, al arranar el coche, debemos acelerar suavemente e intentar no pasar de las 2.000 revoluciones durante los primeros 3 o 5 minutos, que es más o menos el tiempo que requiere el aceite para llegar a los 90 grados.
Respecto al segundo punto, lo más recomendable es, tras un viaje largo, por ejemplo al ir a repostar, apartarse en un lateral y esperar alrededor de un minuto con el coche al ralentí, para que el turbo baje su temperatura y no queme el aceite.
El coste de reparación de un turbo depende muchos factores, pero por lo general no bajará de los 1.000 euros y llegando en modelos más caros a exceder los 3.000 euros así que mucho ojo.
Como podemos ver el mantenimiento de un turbo no es complicado, como en casi todo, solo requiere ser consciente de lo que hacemos y no activar el modo automático en nuestro cerebro a la primera de cambio…
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