Coches conectados: ¿Qué es y cómo funciona la tecnología Car to X?

La tecnología Car to X es uno de los grandes avances dentro del sector de la automoción, por lo que te explicamos en qué consiste y cómo funciona

Conseguir una mayor seguridad en las carreteras es algo esencial tanto para los organismos oficiales como para las propias marcas. Por ello, ambas partes deben trabajar en conjunto para conseguir un menos número de siniestralidad en las carreteras y, por supuesto, menos muertos por accidentes de tráfico.

Una de las técnicas más avanzadas en este aspecto es la tecnología Car to X, que se ocupa de conectar a los coches para evitar tener accidentes. Antes de desarrollarla, la pregunta fue clara: ¿Cómo puede transmitirse la información relativa a un peligro repentino en la carretera de la forma más rápida posible?

Pongamos que vamos por la carretera y de repente encontramos un socavón que puede llegar a ser peligroso o un tramo especialmente deslizante. Sería estupendo poder avisar a los coches que van detrás para que tengan especial cuidado, ¿Verdad? Pues ese es exactamente el trabajo de la tecnología Car to X.

Algunos fabricantes, como por ejemplo Daimler, llevan desarrollando esta tecnología desde hace varios años. Sin embargo, lo lógico es que no sólo funcione entre los vehículos de una sola marca, sino que sea algo mucho más global y no discrimine en función de la insignia del coche.

Además, esta tecnología se va a ganar mucha importancia con la entrada de la red 5G en el sector de la automoción. Este nuevo lenguaje de comunicación acortará considerablemente los procesos y permitirá que sistemas como el Car to X funcionen de forma óptima.

¿Cómo funciona el sistema Car to X?

La tecnología Car to X manda los datos que recoge mediante la red móvil a un servidor que los procesa para posteriormente transmitirlos a otros vehículos. En caso de haber un imprevisto, las cámaras y sensores del coche recogen las anomalías y las analizan para actualizar el mapa de navegación de los coches.

Por ejemplo, en caso de detectar un accidente de tráfico, el primer vehículo en pasar lo recoge y pasa la información al resto de vehículos que vayan a pasar por el mismo tramo. De esta manera, los conductores estarán advertidos y podrán estar prevenidos ante la incidencia.

Además de funcionar con las cámaras, sensores y red móvil del coche, la comunicación Car to X trabaja de forma conjunta con los asistentes de seguridad del propio vehículo. Por lo tanto, dependiendo de la situación recogida o recibida, podría actuar sobre el control electrónico de estabilidad, los sensores de lluvia o luz o las llamadas de servicio de emergencia.

Car to X permitirá que los vehículos hablen con los semáforos

Otro de los datos interesantes es que los vehículos equipados con esta tecnología pueden comunicarse con los semáforos. De esta manera, el coche informará al conductor sobre si es posible pasar el siguiente semáforo en verde sin superar los límites de velocidad.

En caso de no llegar, el propio vehículo te ofrecerá una cuenta atrás con el tiempo que queda hasta que se ponga en verde. De esta manera, el conductor podrá administrar el espacio que le queda de mejor manera y así levantar el pie del acelerador antes, lo que puede llevarle incluso a ahorrar combustible. Ya os hablamos de esta tecnología, y es que os contamos cómo conecta Audi sus coches a los semáforos.

Otra de las aplicaciones en las que puede resultar especialmente útil es en los aparcamientos. En este caso, el propio vehículo informaría al resto de cuando sale de una plaza, por lo que el tedioso proceso de encontrar un hueco donde meter el coche en el típico centro comercial abarrotado sería mucho más llevadero gracias a la tecnología Car to X. Sin duda todo esto nos acerca un paso más al futuro de la movilidad: la conducción autónoma.

Por lo tanto, avances como este harán que la seguridad vial mejore considerablemente. Sin embargo, no hay que tener cuidado con tanta tecnología, y es que ya se ha demostrado que los nuevos sistemas multimedia pueden reducir la seguridad al volante más incluso que el alcohol o el cannabis.