Audi SQ8 TDI: el diésel al poder
La versión más deportiva del Audi Q8 es… ¡diésel! El nuevo Audi SQ8 TDI esconde bajo el capó un V8 biturbo con 435 CV, el motor de gasóleo más potente en el mercado europeo.
Como le corresponde a un SUV que presume de deportividad, el Audi Q8 ya tiene versión “S”: el nuevo Audi SQ8. Y al igual que en los últimos modelos de la gama S de Audi, también se apunta al diésel.
Que un diésel puede ser deportivo es algo que ya no genera duda. El nuevo Audi SQ8 TDI, simplemente vuelve a confirmarlo. Bajo el capó se encuentra uno de los principales requisitos que necesita un coche deportivo, sea del segmento que sea: un motor potente, que además de prestaciones, asegure sensaciones.
Motor V8 biturbo con compresor y mild-hybrid
El V8 TDI se presenta con un aval de garantías: es el motor diésel más potente en producción en el mercado europeo. Ya lo era el primer Audi SQ7, que anunciaba la misma potencia que el SQ8 para el V8 de 4 litros: 320 kW (435 CV). También se mantiene el par máximo, de 900 Nm, disponibles desde 1.250 y hasta 3.250 rpm.
Como veremos, el V8 TDI del SQ8 es una evolución del motor que se estrenó en el SQ7, un modelo que de momento ya no figura en el catálogo de Audi. Todavía no hay datos sobre el consumo homologado, pero no nos equivocamos si anticipamos que no habrá otro SUV con este tamaño y una potencia similar capaces con un consumo tan bajo como el del SQ8 TDI… que no sea híbrido enchufable.
En cuanto a las prestaciones, sus 4,8 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h lo dicen todo. La velocidad máxima está limitada a 250 km/h.
Audi mantiene y mejora la base tecnológica utilizada en el SQ7. El V8 de 4 litros incluye dos turbocompresores convencionales alimentados por los gases de escape, uno para cada bancada de cilindros. Funcionan de forma secuencial: primero se activa uno, y el segundo entra en acción a partir de las 2.200 rpm.
A los dos turbocompresores se añade un compresor movido por un motor eléctrico, que se encarga de asegurar que siempre hay sobrealimentación aunque el flujo de gases de escape no sea suficiente para acelerar la turbina de los turbos convencionales. Esto suele suceder, normalmente, al iniciar la marcha o al acelerar desde muy bajas revoluciones.
Completa el arsenal técnico un sistema eléctrico de 48 voltios, que también es el corazón del sistema de hibridación ligera Mild-Hybrid- Sí, has leído bien. El SQ8, con sus 435 CV, también es mild-hybrid y luce la etiqueta ECO de la DGT, con las ventajas que ello conlleva.
Audi SQ8: un chasis preparado para todo
Lo de gestionar la entrega de potencia al suelo no es problema para Audi aunque hablemos de casi 450 CV, de un coche con carrocería SUV y de un peso que, como poco, superará las 2,2 toneladas del Audi Q8 50 TDI quattro tiptronic, con motor V6. Cierto que este último no llega a los 300 CV. Pero en la prueba de la gama Audi Q8 ya vimos que este SU apunta más que maneras cuando se trata también de conducir de forma deportiva.
Primero, está el cambio tiptronic de 8 marchas y la tracción quattro, que reparte el par entre el eje delantero y el trasero en una proporción inicial de 60/40. Opcionalmente se puede equipar el diferencial deportivo trasero (forma parte de un paquete que Audi denomina suspensión advanced), encargado de distribuir de forma activa el par entre las dos ruedas posteriores.
Lo que hace es eliminar el subviraje (que el coche tienda a irse “de morro” en las curvas) o el sobreviraje (que tienda a derrapar) mejorando la agilidad, para lo cual mandando respectivamente algo más de par a la rueda exterior o a la interior cuando se acelera en una curva.
Completan los sistemas relacionados con el chasis la suspensión neumática (hasta 90 mm de diferencia de altura entre la posición más baja y la más alta), la dirección a las cuatro ruedas y el sistema electromecánico de barras estabilizadoras activas. De esta manera, la primera asegura el confort, la segunda mejora la estabilidad y la maniobrabilidad, y el tercer sistema reduce el balanceo de la carrocería.
Como apunte curioso, Audi también utiliza las estabilizadoras activas, que incluyen motores eléctricos para gestionar su grado de torsión, como sistema para recuperar energía durante la marcha con el movimiento de la carrocería.
Diseño “S” específico para el SQ8: un Q8 muy especial
Los que no tengan la suerte de poder conducirlo, distinguirán fácilmente al Audi SQ8 TDI desde lejos. Y eso que el SQ8 no resulta, en absoluto, un coche muy recargado estéticamente. Lleva un acabado específico con lamas dobles para la parrilla Singleframe, faros LED de serie (HD Matrix LED opcionales), tomas de aire más grandes…
Las llantas de 21 pulgadas llevan neumáticos 285/45 (en opción pueden ser de 21 pulgadas con neumáticos 285/40) claramente para asfalto. Y completan la decoración exterior elementos como inserciones en plata mate o en titanio en distintas zonas de la carrocería, o los espejos retrovisores exteriores en símil aluminio.
Para el interior, como no podía ser menos, asientos deportivos de serie, con los magníficos asientos S plus opcionales, que incluyen reposacabezas integrados y funciones de masaje y climatización. Y entre las opciones de confort, multimedia o sistemas de asistencia, todas las ya presentadas en el Audi Q8.
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