Así será el MINI de Carlos Sainz para el Dakar
En 2017 se aprobó el proceso de fabricación de MINI John Cooper Works Buggy. Mas de 50 ingenieros de X-raid han participado en su diseño, para poder proporcionar a Carlos Sainz el mejor producto para complementar su increíble talento.
El Dakar 2018 se convirtió en el perfecto escenario de pruebas para este nuevo coche. En 2019, la versión evolucionada será el aliado perfecto para Carlos Sainz.
En palabras del propio Quandt:
“El apoyo de Carlos durante el desarrollo del MINI John Cooper Works Buggy nos ha llevado adelante en cuanto a los reglajes”.
La construcción se ha llevado a cabo durante un mes, sin embargo , para poder realizarse, primero se tienen que aceptar todos los componentes de vehículo mediante los exhaustivos estudios de la FIA, lo que alarga el proceso muchos meses más.
El MINI John Cooper Works Rally se lanzó en 2016, sustituyendo al exitoso MINI ALL4 Racing (ganador del Dakar en 4 ocasiones, 2012,2013,2014,2015).
Cuenta con un centro de gravedad más bajo, un chasis renovado y mejor maniobrabilidad. Su competitividad ha sido demostrada este año con la victoria en la Copa Mundial de Rally Cross-Country.
Ambos prototipos son han sido diseñados para la competición y cumplen con las normas técnicas de seguridad de la FIA. La base de ambos es un chasis tubular que aloja los componentes mecánicos y de seguridad, sobre el cual se monta una carrocería en fibra de carbono.
Las diferencias entre la versión Rally y Buggy son claras.
Por un lado los dos MINI del Dakar tienen un motor basado en el propulsor de producción BMW M50d, adaptado por supuesto para cumplir las exigencias de sus correspondientes categorías.
Los motores están montados a mano en BMW Steyr.
Respecto a su caja de cambios, ambas son secuenciales de seis velocidades, construidas por X-Trac en el Buggy y por Sadev en el Rally.
La tracción total está presente en ambos modelos, y solo llevan 3 ruedas de repuesto (2 en el Buggy), lo que les da una ventaja en la mejora de visibilidad, pero también aumenta el riesgo de no disponer de recambios en caso de que se produzcan situaciones inesperadas.
Respecto a su peso, el reglamento permite a la versión Buggy un peso inferior a 1.675 kg y 1.859 kg en la versión 4×4. El motor está ubicado en la parte mitad delantera del vehículo.
Otra gran ventaja del Buggy es que puede montar suspensiones con mayor recorrido, así como unos neumáticos de mayor dimensión. Además también se beneficia de un elemento muy eficaz en la arena y las dunas, ya que, puede equipar un sistema de inflado y desinflado de neumáticos desde el habitáculo.
Esta ventaja es evidente, sobretodo si tenemos en cuenta que los pilotos de 4×4 tienen que bajarse del coche y realizar esta operación manualmente, con lo que supone claro está, una clara pérdida de tiempo.
El coche de dos ruedas motrices rinde mejor en terrenos fuera de pista, gracias a sus mayores recorridos de suspensión, neumáticos y batalla. Después de probar el vehículo por primera vez, uno de los pilotos participantes en el Dakar 2018 -que el año anterior había competido con el 4×4- declaró que:
“Es un coche muy diferente de conducir. Cuando llegas a la curva tienes que analizarlo, porque derrapa más y debes pensar en cómo atacar para hacerlo de forma limpia. Pero, por otra parte, si estás en una recta llena de baches no tendrás que preocuparte por ellos. Es increíble lo rápido que puedes ir sobre agujeros o resaltos, y no te das cuenta desde el interior del coche”.
Carlos Sainz y Lucas Cruz tendrán más dificultades para ver el terreno al que llegan al ir con el cuerpo más tumbado y tener una peor visibilidad, pero sufrirán un menor castigo corporal con unas suspensiones más benévolas y con mayor recorrido; y unos neumáticos con una superior capacidad de absorción.
Y en las durísimas etapas del Dakar ir más cómodo es una ventaja importante. Además, al desplazar una menor masa, las inercias son menores, los aterrizajes se hacen más llevaderos y las prestaciones puras son más fáciles de conseguir.
Comentarios cerrados