10 consejos para evitar la fatiga al volante
¿Sabías que la fatiga es la cuarta causa de siniestralidad mortal evitable en las carreteras españolas?
Con la llegada del verano, los desplazamientos en el automóvil se disparan. Y con ellos, el número de siniestros. El estudio “Habitos de conducción 2018” elaborado por DUCIT, el Observatorio Español de Conductores, ha concluido que el 74% de la gente no para a descansar lo suficiente durante sus trayectos, y un 14% afirma no parar durante la totalidad del mismo, realizando el viaje «de un tirón». Así mismo, una cuarta parte reconoce haber bebido alcohol antes de ponerse al volante.
Curiosamente, los hombres de edad comprendida entre los 35 y 55 años son los que tienen peores hábitos a la hora de viajar, frente a las mujeres, que tienen una actitud más responsable tras el volante.
Pese a que la gente por lo general conoce los peligros de la fatiga, siguen sin hacer caso a lo que los datos reflejan de manera tan evidente. Tomar medidas como parar a estirarse o tomar un refresco, hacen que la atención del conductor y su tiempo de respuesta se incrementen un 26%.
Existen ciertas variables que pueden afectar a nuestra manera de conducir, como son, la postura al sentarse, la cantidad de kilómetros recorridos, atascos, o viajar tras una jornada de trabajo, incrementan sustancialmente el riesgo de fatiga.
La fatiga se manifiesta con síntomas como la perdida de la concentración, el picor de ojos, la visión borrosa, necesidad de moverse en el asiento, deshidratación y somnolencia… Sin embargo todo esto se puede evitar si seguimos ciertas pautas para mejorar nuestro estado mental y físico. Recuerda que conocer los síntomas es lo más importante para poder prevenir situaciones peligrosas.
A continuación te damos 10 consejos útiles para que puedas reducir la fatiga o retrasar su aparición lo máximo posible. Ten presente, sin embargo, algunas reglas básicas que deberías cumplir como método preventivo, es decir, parar cada 2 horas, estirarse e hidratarse, especialmente en verano:
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- Duerme bien antes de realizar un viaje: el descanso es primordial tanto para tu salud física como mental, intenta dormir al menos 7 horas antes de realizar un gran desplazamiento, y si puedes, evitar salir después de la jornada laboral.
- Ponte cómodo: Ir a gusto al volante es primordial para evitar el cansancio, ajusta bien tanto tu asiento como el volante, así como tu reposacabezas. No tumbes demasiado el asiento ni lo pongas exageradamente recto, busca siempre un término medio donde te sientas bien, pero no hasta el punto de querer echarte una siesta…
- Tómatelo con calma: Pese a que hayas perdido mucho tiempo en un atasco, la clave no es intentar recuperar el tiempo perdido sino llegar. Relájate con los que te rodean o con la música, pero no dejes que tu frustración y tu enfado te dominen.
- Mantén tu atención hasta el final: Somos muchos los que cometemos el error de relajarnos cuando estamos cerca del destino, la felicidad y otros sentimientos hacen que perdamos la concentración, disfruta de tus emociones pero sin olvidar que sigues dentro de un automóvil. La mayoría de siniestros se producen en estos momentos.
- Para cada 200 km: intenta hacer una parada para estirarte, despejarte o hidratarte cada aproximadamente 2 horas o 200 km, minimiza este plazo si viajas de noche. Una parada a tiempo puede agudizar tus sentidos e incrementar tu tiempo de reacción hasta un 26%.
- Bebe durante el viaje: Cada vez que haces tus paradas procura comprar un refresco. Será tu mejor aliado y subirá tus niveles de atención.
- Mantente Hidratado: La falta de hidratación puede causar dolores de cabeza a parte de un cansancio mental prolongado, sensación de sueño y malestar físico.
- Haz tu programación: Cuando vayas salir comprueba el tráfico, si haces un planing detallado de las horas que vas a pasar en carretera podrás hacerte una idea de lo que te espera y evitar atascos, especialmente si decides viajar de noche, opción especialmente recomendada también en verano para evitar el calor.
- Evita las horas de más calor: Especialmente al mediodía cuando el sol está más alto, el calor puede llegar a ser peligroso, hasta el punto de deshidratarte con rapidez y fatigarte con mucha rapidez, además puede llegar a subir los niveles de estrés y alterar tu ánimo.
- No abuses de la temperatura del aire acondicionado: No pongas el aire demasiado frio, si abusas de esto puedes llegar incluso a resfriarte o verte obligado a quitarlo porque hace demasiado frio, lo que puede acabar desembocando en un resfriado.
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